Con indignación, pero sin sorpresas. Así ha reaccionado Carles Puigdemont al hecho de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no abra ninguna falta disciplinaria contra el conocido como juez tuitero, Carlos Antonio Vegas, que desde un usuario falso en la plataforma insultaba el independentismo. Esta decisión se conoció ayer después de que el Gobierno denunciara en diciembre los tuits en que apostaba por enviar al ejecutivo de Pere Aragonès a la prisión o defendía que los jueces desestimen cualquier iniciativa de la Generalitat, "tenga razón o no". Ante esta decisión del CGPJ, el president en el exilio ha respondido contundentemente a Twitter y lo ha hecho así: "La España que tanto gusta a los constitucionalistas es esta. No hay ninguno más. La que perjudica a todos los catalanes con la escasa ejecución de las inversiones, la que estigmatiza a los catalanohablantes, la que protege delincuentes con toga o placa..."

Tuit de Carles Puigdemont

Para entender estas denuncias del presidente, hay que recordar que Carlos Antonio Vegas escribía sus tuits tras el nombre de Randy Watson y el usuario @EstadoCharnego, pero sin esconder su condición de juez. Era conocido por sus tuits con un tono marcadamente machistas y por las críticas en el gobierno de coalición, a menudo con un lenguaje muy desagradable. Además, también acostumbraba a disparar contra la inmersión lingüística. "El catalán no se toca pero a los ninós catalanes los sobáis mientras se os pone morcillona", contestó en una ocasión a un tuit de Oriol Junqueras en que el líder de ERC defendía la inmersión.

Los motivos del CGPJ

Ahora, el hecho de que se escondiera tras un sobrenombre ha acabado siendo el argumento utilizado por el encargado de la acción disciplinaria para descartar abrir ningún expediente al juez. "El magistrado emitió los tuits bajo seudónimo y en una cuenta privada, por lo cual se puede presumir que actuó a título particular utilizando un nombre que no revelaba, ni directa ni indirectamente, su pertenencia a la carrera judicial", argumenta en respuesta a la denuncia de la consellera Lourdes Ciuró. La titular de Justícia había denunciado los tuits publicados por el juez y, posteriormente, se añadió la recusación aceptada por el TSJC por falta de imparcialidad en una causa que afectaba a la periodista Pilar Rahola. Al hacerse pública estas denuncias, el juez puso el candado en su cuenta. Eso significa que todos los tuits que ha hecho el usuario son privados y solo las pueden ver quién le sigue en la plataforma. Si alguien quiere seguirlo en Twitter, él tendrá que aceptarlo antes.