Menos de un 1% de las páginas web de la administración general del Estado tienen una versión completa en lengua catalana -equivalente a la castellana- y hasta un 70,4% de los portales no tienen ningún tipo de contenido en catalán. Así lo revela un estudio publicado este viernes por Plataforma per la Llengua, tras analizar hasta 470 páginas web. Aunque en muchos casos los usuarios pueden escoger entrar en los portales en catalán, una vez dentro, la presencia real de la lengua es prácticamente residual: un 16% del total analizados solo tienen traducidos algunos menús estáticos y los contenidos de las primeras páginas de navegación, mientras que el 12,8% tienen una versión parcialmente traducida, que no es equiparable a la versión en castellano.
El catalán y el valenciano, dos lenguas diferentes según los portales del Estado
Uno de los otros puntos negativos que se extraen del análisis exhaustivo de Plataforma per la Llengua es el hecho de que el secesionismo lingüístico continúa bien presente en las páginas web oficiales del Estado. Eso quiere decir que el 42% de las que tienen contenidos en catalán hacen una distinción entre la versión en catalán y en valenciano, como si estas fueran dos lenguas diferentes. Eso contradice la solución que se adoptó cuando se permitió hablar en lenguas cooficiales en el congreso, cuando Francina Armengol y Ximo Puig llegaron a un acuerdo para la denominación "català-valencià". En su comunicado, la entidad lingüística crítica muy duramente la decisión de separar las dos lenguas a las páginas web: "Estas denominaciones ni siquiera se corresponden a variedades lingüísticas coherentes, sino que son nombres tradicionales y populares de una misma lengua que existen por motivos de disgregación histórica del dominio lingüístico. El catalán hablado en Barcelona no es más próximo al de Lleida que el valenciano, y la frontera política entre Catalunya y el País Valencià no se corresponde con ninguna frontera dialectal, dado que en Vinaròs y en Alcanar hablan la misma variedad de la lengua común a ambos territorios".
Yendo más allá, Plataforma per la Lengua cree que la razón de esta diferenciación se debe a una "voluntad política que busca mantener separados y enemistados a los hablantes de catalán para reforzar la supremacía de la lengua castellana". Sin ir más lejos, el Ministerio de Cultura, que en la legislatura pasada y en el actual ha sido dirigido por dos personas catalanohablantes como son Miquel Iceta y Ernest Urtasun, también hace diferencias entre las dos lenguas.
Pocas páginas y con errores ortográficos
Con respecto a la calidad lingüística de las páginas con versión en lengua catalana, en el 2023 tampoco ha habido cambios significativos. Este año, el 71,9% de estos portales tienen faltas, mezclas lingüísticas y otros errores. A lo largo de los años ha habido cierta fluctuación en este aspecto, pero también ha habido cambios en la medida de la muestra y las webs problemáticas siempre han sido alrededor de entre siete y ocho de cada diez. Nuevamente, la desidia en el tratamiento del catalán envía la señal que el Estado lo considera una lengua de segunda, sin valor real fuera del folclórico. Como la incompletitud, la mala calidad lingüística incentiva que los usuarios opten por la versión castellana.