Mientras que algunos territorios del Estado español como la Comunidad de Madrid se opta para recortar derechos al colectivo trans, la Generalitat apostado por el contrario. El pasado 19 de diciembre, se publicó en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) el Anteproyecto de ley integral de reconocimiento del derecho a la identidad y la expresión de género, popularmente más conocido como la ley trans catalana. Si bien se trata de un texto que da sus primeros pasos porque justo se abre a la fase de consulta pública, en lo mismo se concentran las claves de lo que el Gobierno pretende que se convierta en ley. El texto regla todo tipo de espacio de las vidas de las personas trans, así como todas sus etapas a lo largo de la vida.
Desde el ámbito laboral, sanitario, residencial, deporte y memoria histórica, así como desde la infancia hasta la vejez, la ley busca proteger y garantizar los derechos del colectivo. Muchos de los derechos reconocidos no son nuevos, ya que se recogían en protocolos o la ley LGTBI catalana del año 2014, sin embargo, ahora se pretende consolidar e ir más allá en el reconocimiento de los derechos de las personas trans.
La infancia trans y la vejez trans
La ley parte del consenso internacional de despatologizar el colectivo trans, es decir, no tratar la identidad trans como una enfermedad. En este contexto se garantiza el acceso a la atención sanitario a las personas trans e intersex, incluyendo a los menores de edad. En esta línea, se ofrece también mediación entre los menores de 12 a 16 años y sus padres, si estos de entrada, rechazan los tratamientos médicos para la transición. Si bien no se trata de un problema que se tropiecen exclusivamente con los menores, son uno de los colectivos de más riesgo ante las terapias de conversión. La futura ley trans catalana incorpora sanciones para las terapias de conversión: en función del nivel de infracción, que podrán ser leves, graves o muy graves, las multas irán de 300 a 500.000 euros.
A menudo se habla de las infancias y las adolescencias trans y si bien son momento claves en la formación y el desarrollo de las personas, no son las únicas que necesitan un cuidado determinado. La ley pone sobre la mesa el cuidado de las personas mayores, trans e intersexual, por ejemplo, se prevé garantizar que en las residencias públicas y privadas puedan desarrollar su identidad sin sufrir ninguna discriminación. Para conseguirlo se prevé que el "órgano competente en materia de inspección de las residencias incorpore lo que regula esta ley a los parámetros de inspección y evaluación".
Acceso a la vivienda, a la RGC y a la reproducción asistida
La discriminación lleva a muchas personas trans a encontrarse con trabas a la hora de acceder al mundo laboral o la vivienda. Por una parte, se planea que la Generalitat elabore un programa para atender la situación de aquellas personas expulsadas de casa por su identidad de género o que se encuentran en situación de sinhogarismo. Por otra parte, se reconoce el derecho a la prestación de la renta garantizada de ciudadanía (RGC) a aquellas personas trans entre 18 y 23 años víctimas de violencia en razón de identidad de género.
El anteproyecto de ley reconoce el acceso a la atención sanitaria pública de este colectivo en situación administrativa irregular. Eso incluye garantizar "el derecho de acceso a las técnicas de reproducción humana asistida a todas las personas trans y con capacidad gestante y/o sus parejas".
Las personas no binarias dentro de la ley
Una de las grandes quejas que la ley trans del Estado español, es que quedaron al margen las personas no binarias. En la ley catalana se incluye el reconocimiento del colectivo en el ámbito administrativo. Concretamente, se obliga a las administraciones a nombrar y tratar a las personas con el nombre y la identidad de género manifestada, así como a incorporar a los formularios y documentos administrativos una tercera casilla con la opción de género no binario.
Reconocimiento de la memoria histórica
La ley también plantea recuperar la memoria democrática del colectivo trans y su lucha por la igualdad y la visibilidad. Entre los otros, el texto detalla: "Las administraciones públicas de Catalunya, en el ámbito de sus competencias, tienen que promover la creación de espacios de memoria vinculados históricamente con acontecimientos que forman parte de la memoria del colectivo trans".