El nuevo parlamento del País Vasco todavía puede cambiar después de que haya finalizado la cita electoral de las elecciones vascas el pasado 21 de abril. Este viernes, las juntas electorales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa harán el recuento de los 8.197 votos de los residentes en el extranjero. Los poco más de 8.000 votos que se tienen que contar podrían llegar a hacer cambiar dos escaños, que perdería el PSE y que podrían alterar las fuerzas en el hemiciclo vasco.
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El PSE-EE se podría quedar sin un escaño en Guipúzcoa a favor de EH Bildu y sin otro en Vizcaya, que lo ganaría Sumar. Es una posibilidad difícil de materializarse, pero no imposible. La dificultad radica en el poco volumen de votos emitidos y el número necesario para que se produzca un cambio. Por ejemplo, en Guipúzcoa el último escaño actualmente está en manos del PSE-EE y el siguiente partido, EH Bildu, necesitaría 1.360 votos más para arrebatárselo. En este territorio se han emitido 3.540 votos de personas inscritas en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA). Es decir, casi la mitad de los votos tendrían que ser para los abertzales para que se produjera este cambio.
Sumar lo tiene todavía más difícil en Vizcaya, ya que necesitaría 738 votos de 3.407 para conseguir el escaño socialista, y la formación de Yolanda Díaz ha entrado por poco en el Parlamento por el bajo apoyo que ha tenido en los comicios. En Álava el escaño 25 está en manos de EH Bildu y el partido siguiente, el PNV, necesitaría 3.714 votos más para conseguirlo, pero es completamente imposible porque se han emitido 954 votos desde el extranjero. Si bien las posibilidades no son muy altas, hay que recordar que hace cuatro años el recuento de votos de los residentes en el extranjero provocó un cambio en el escrutinio de los votos de las urnas, ya que la coalición PP+Cs cogió el último escaño que consiguió EH Bildu.
¿Qué escenario dejarían estos cambios?
Sin el voto extranjero, el resultado de las elecciones es de 27 escaños para el PNV, 27 para EH Bildu, 12 para PSE-EE, 7 para el PP, 1 para Sumar y 1 para Vox. Teniendo en cuenta que la mayoría absoluta se sitúa en los 38 escaños, la actual suma entre los socialistas y el PNV es más que suficiente para revalidar la coalición que ambas formaciones han mantenido durante la pasada legislatura. Si el PSE perdiera un diputado a favor de Bildu, los abertzales pasarían a ser la fuerza más votada, pero la unión entre el PNV y los socialistas aún sumaría.
Ahora bien, si además del escaño de Guipúzcoa, los socialistas vascos pierden otro representante en Vizcaya a favor de Sumar, los planes de seguir como la legislatura pasada podrían hacer aguas. El PSE pasaría de los 12 diputados actuales a 10 y no sumarían lo suficiente con los 27 del PNV para alcanzar la mayoría absoluta. Tendrían que buscar apoyos más allá.