La teoría de la fractura social en Catalunya que han agitado el PSC-PSOE, el PP y Ciutadans contra el independentismo no se sustenta. La mayoría de catalanes admiten que hay una cierta polarización en el conflicto territorial entre Catalunya y el estado español, pero no en otros temas como la inmigración, el estado del bienestar, la clase social o la covid, cosa que descarta una fractura social según una encuesta del ICIP (Instituto Catalán Internacional por la Paz).
Así los encuestados consideran que están más polarizados los políticos y los medios de comunicación, que la misma sociedad, y sostienen que se han sentido más agredidos por las instituciones y a las redes sociales que en su entorno más próximo. Por todo ello, el nivel de convivencia está entre 7,1 y 7,5 sobre 10, y la confianza en la ciudadanía es de 5,9 puntos, por encima de la media europea o española.
Primera en Catalunya
La encuesta Convivencia y polarización en Catalunya, realizada a finales de julio de este año a partir de 2.010 entrevistas en línea, tiene como objetivo evaluar la percepción de la convivencia en Catalunya y las dinámicas de polarización, acentuadas con el conflicto territorial actual. Se trata de la primera encuesta que se hace a Catalunya que analiza la polarización emocional de la ciudadanía, y una de las pocas en todo el mundo.
La mayoría de catalanes valora positivamente el nivel de convivencia a Catalunya. Concretamente, un 67% considera que la convivencia en Catalunya es buena o muy buena, con una puntuación media de 7,1 puntos en una escala de 10, un porcentaje que aumenta hasta el 76% cuándo se valora la convivencia en el entorno más próximo (municipio o barrio), con una puntuación media de 7,5 puntos. También son positivos los valores de confianza social, ya que el grado de confianza de la población catalana en el resto de la ciudadanía (5,9) es superior a los valores del conjunto de España (5,6) y de la media europea (5,5).
Más polarización
La encuesta analiza la situación de polarización ideológica en Catalunya a partir de diferentes temas de debate. Se desprende que el conflicto territorial es actualmente el tema que genera más polarización. Un 44% de las personas encuestadas se sitúa en las dos posiciones más extremas, y un 17% en una posición intermedia, hecho que dibuja tres bloquese principales. Este es un comportamiento que no se percibe en el resto de temas a debate: economía, respuesta a la Covid-19, feminismo, uso de la lengua, clase social, inmigración.
La muestra también constata la percepción que los partidos políticos y los medios de comunicación están mucho más polarizados que la sociedad. Concretamente, un 43% de las personas encuestadas considera que los partidos políticos están muy polarizados, mientras que tan sólo un 11% considera que la sociedad está muy polarizada.
Los que piensan diferente
En el caso del conflicto territorial es el único tema de debate en que la polarización ideológica tiene una cierta incidencia en la polarización emocional, vinculada a aquellas personas que esienten su forma de vida o cultura amenazadas. Con todo la radicalidad en el posicionamiento político no se traduce en emociones más negativas hacia quien piensa diferente.
En relación a las emociones que siente la poblaciónpor las personas que piensan diferente, el respeto es la emoción más compartida entre los encuestados, seguido de la impotencia, cosa que puede llevar a la frustración. Al mismo tiempo un 26% afirma que no siente ni empatía ni confianza por quien piensa diferente. En relación a las percepciones de agresión, un 16% de las personas encuestadas se han sentido agredidas en un círculo de amistades; un 13% en el trabajo y un 10% en el entorno familiar. Esta percepción de agresión aumenta en los espacios de relación no directos: en las redes sociales llega al 22%, mientras que un 46% afirma haberse sentido agredido por las instituciones, sin especificarse cuáles o de qué manera.
Errores de los gobiernos
También hay una percepción generalizada que los gobiernos catalán y español han cometido errores que han dificultado, en ningún sitio de facilitar, una posible solución al conflicto territorial. Los partidarios de la unidad de España son un poco más autocríticos con el Gobierno que los independentistas con el gobierno catalán.
La encuesta también evalúa las preferencias de la población por posibles salidas al conflicto territorial. Un 79% de la ciudadanía apuesta por un diálogo político y un 50% considera que este diálogo no se tiene que limitar al marco de la Constitución española. A pesar de esta predisposición, la muestra constata que una tercera parte de las personas encuestadas tienen dudas sobre el resultado de este diálogo.
Propuestas del ICIP
Ante los resultados de la encuesta. el ICIP considera que las personas que lideran la confrontación política tienen la responsabilidad de articular discursos y de realizar gestos conciliadores que ayuden a convivir en la diferencia. La incapacidad de las instituciones para resolver el conflicto territorial grita a una "mayor implicación de agentes de la sociedad civil para buscar vías incluyentes y creativas para salir del callejón sin salida del conflicto territorial".
Hay que prestar atención a las heridas emocionales porque afectan a muchos individuos y, de rebote, al conjunto de la sociedad. Tenemos que aprender a convivir en la diferencia y prestar atención a las emociones para tratarnos con cuidado: curiosidad por las opiniones diferentes, con respecto a las personas, independientemente de sus opiniones, y autocrítica, porque nadie tiene la verdad absoluta", concluye el estudio.