Eugenio Pino, ex número dos de la policía española y considerado el responsable directo de la policía patriótica del PP en la etapa de Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio del Interior admitió ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata el 16 de febrero pasado que varias de sus afirmaciones por escrito se basaban en simples rumores. Entre ellas, que el expresident Jordi Pujol había pagado 700.000 euros a la agencia de detectives Método 3 por la información del pendrive con datos relativos a su familia.
Así consta en diversos audios difundidos por la Cadena Ser. La Brigada Anticorrupción de la Policía abrió diversas líneas de investigación a partir del lápiz de memoria, pero el juez abrió una pieza aparte tras la denuncia del director de Método 3, Francisco Marco, de que dos agentes les habían robado información de sus ordenadores en connivencia con la Policía. Las pruebas obtenidas de manera irregular podrían dar pie para que las defensas de los Pujol solicitaran la nulidad del proceso y que el juez lo anulara en todo o en parte.
Por ello, De la Mata citó a Pino como testigo en su calidad de Director Adjunto Operativo de la Policía y a Marcelino Martín Blas, subordinado suyo en Asuntos Internos, para aclarar cómo se obtuvo el lápiz de memoria. Ambos escenificaron ante el juez el enfrentamiento que mantienen. En esa declaración, Pino incurrió en numerosas contradicciones, no aclaró si el pendrive provenía de Método 3 y llegó a justificarse diciendo que confía en su “poderosa imaginación como policía” para llegar a sus conclusiones. "Entiendo, por mi imaginación poderosa como policía, que es Método 3. Ahora, si me pregunta si lo juro ante la Biblia, le diré que no lo sé", afirma.
Investigaciones en Andorra
"He dado por sentado siempre que fueron los detectives, pero no necesariamente fueron los detectives. Quizá fueron otros empleados de Método 3. Siempre tengo ese defecto en ese sentido", explicó. Aunque admite instrucciones suyas para que se investigara en Andorra a la familia de Jordi Pujol, ante el juez no precisa si se utilizaron fondos reservados.
En el escrito remitido al juzgado en noviembre, en cambio, Pino sostuvo que fueron dos exdetectives de la agencia barcelonesa, implicada en el escándalo de La Camarga, Antonio Tamarit y Julián Peribáñez, los que entregaron un pendrive con información sobre políticos catalanes. "Di por hecho que era Método 3 porque Marcelino se encargaba de Método 3, pero no me dijo nada", admite.
Mientras en su escrito Pino afirmó que el expresident había pagado 700.000 euros a Método 3 por el lápiz de memoria, ante el juez sostuvo que se trataba sólo de un rumor. Y llegó a admitir que habrá que modificar el procedimiento, tras pedir perdón.
La Operación Catalunya fue urdida en el Ministerio del Interior, como evidencian las conversaciones grabadas al ministro Jorge Fernández y al ex director de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso. La existencia de la operación, que Jorge Fernández y el Gobierno del PP niegan, fue asimismo reconocida ante el juez por el comisario José Villarejo, otro de los principales agentes implicados.