La Eurocámara enviará una misión a Catalunya para evaluar la situación del castellano en las escuelas, a demanda de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB). La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, presidida por la españolista Dolors Montserrat (PP), ha aprobado la petición después de que los coordinadores de los grupos políticos hayan pactado este martes sacar adelante la visita a Catalunya. Serán los mismos coordinadores los que detallarán el objetivo de la misión, la agenda, la delegación y los datos del viaje en los próximos encuentros. Lo que se sabe es que la visita se hará el segundo semestre del 2023 porque no se podrá hacer durante la primera mitad del año. ¿El motivo? Las elecciones municipales del próximo año.
La petición fue presentada el año 2017 por la presidenta de la AEB, Ana Losada, y trataba sobre "el impacto de la inmersión total en catalán en la escuela para las familias que se trasladan a la región". Entonces, la asociación españolista pedía "que los niños de Catalunya reciban su educación en las dos lenguas oficiales, castellano y catalán, por igual". Una demanda que se hizo en un contexto que todavía se arrastra, de descenso del uso y conocimiento del catalán entre la juventud. En esta línea, el texto de la petición añade que exige "que los establecimientos públicos o financiados con fondos públicos hagan docencia en ambas lenguas" — y, por lo tanto, que abandonen la inmersión completa obligatoria en catalán.
Los argumentos españolistas contra el catalán
El argumento que utiliza la AEB es que "eso discrimina a los niños cuyos padres han necesitado trasladarse temporalmente a Catalunya por su trabajo". "Habiendo entrado en el sistema educativo catalán en una etapa relativamente tardía, no pueden seguirles la enseñanza de las materias troncales, que solo se imparte en catalán, y, por lo tanto, se tratan como niños con necesidades educativas especiales, junto con aquellas con discapacidad física y psíquica, problemas de conducta o entornos social y económicamente desfavorecidos", añade. La asociación españolista insiste en el hecho de que "esta discriminación constituye restricción de la libertad en circular y residir libremente en un estado miembro de la Unión Europea".
Finalmente, los supuestos bilingüistas apuntan que "el 80% del plan de estudios es en catalán y solo el 20% en castellano, considerándolo como una forma flagrante de discriminación, dado que las dos son lenguas oficiales". "Eso es una restricción efectiva a la libertad de movimiento de las familias y acceso al empleo", concluye el texto. La petición se hizo antes de que la justicia impusiera el 25% de castellano a las escuelas, una medida sin apoyo efectivo en las calles: la última manifestación españolista en Barcelona fracasó, con tan solo unas 2.800 personas.
Cinco años después de presentarse la petición, el órgano europeo presidido por Montserrat ha decidido ahora enviar una misión a Catalunya para evaluar la situación del castellano en las escuelas. La decisión tiene lugar cinco días más tarde del encuentro que mantuvieron el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, con el president de la Generalitat, Pere Aragonès. Cuando acabó la reunión, Reynders publicó un tuit críptico en el cual afirmaba haber tratado con Aragonès "la importancia de asegurar la aplicación de las sentencias judiciales". Una frase que algunos medios de comunicación españolistas interpretaron en clave 25% de castellano. Pero, en cualquier caso, sabemos a ciencia cierta que el eurocomisario expresó su preocupación hacia el Catalangate y el espionaje con Pegasus.
En este sentido, hay que recordar que el Parlamento Europeo pidió a la policía europea que investigue el espionaje con Pegasus en España. Asimismo, denunció por carta que las escuchas ilegales vulneran valores como la democracia. Pero todavía no se ha aprobado ninguna misión para investigar ni el Catalangat ni el resto de aspectos del escándalo. En cambio, la Eurocámara sí que se ha dedicado a acordar una visita a Catalunya para analizar la situación del castellano en las aulas. Mientras se preocupa por el español, el catalán todavía no es lengua de uso en el Parlamento Europeo.