La eurodiputada Diana Riba, que encabezó la lista de Ahora Repúblicas en las pasadas elecciones europeas del 9 de junio, ha anunciado que se ha hecho militante de Esquerra Republicana este viernes. En una publicación en X (antes, Twitter), Riba ha defendido que es un "momento de dar el paso adelante" y "adquirir más compromiso y más implicación con la familia republicana". Hasta ahora, la que también es mujer de Raül Romeva había concurrido como independiente a la lista de los comicios en la Eurocámara, y ahora ha decidido afiliarse dentro de las filas republicanas. Este movimiento se produce, además, en un momento de crisis tras el batacazo electoral del pasado 12 de mayo y en una semana en que el partido ha vivido la tensión que ha supuesto el origen y la autoría interna de los carteles difamatorios contra los hermanos Maragall.

Actualmente, Diana Riba es presidenta del grupo de la Alianza Libre Europea en el Parlamento Europeo, la familia política europea que postulaba a Raül Romeva como presidente de la Comisión Europea. Es una tarea en la cual sustituye a Jordi Solé, exeurodiputado de ERC, que quedó fuera de las listas del 9 de junio. El salto de Riba a la política se produjo el año 2019, cuando se incorporó como número 3 de la candidatura de Ahora Repúblicas -la coalición de Esquerra Republicana con Bildu y el BNG que entonces lideró Oriol Junqueras-. Con los resultados del 2019, resultó escogida europarlamentaria. Durante su primera legislatura, formó parte de comisiones como la de Cultura y Educación, la de libertades civiles, Justicia y Asuntos de Interior, y de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género. Además, Riba fue víctima del caso de ciberespionaje a varios dirigentes y personalidades destacadas del independentismo, que se conoce como Catalangate. En esta línea, conviene señalar que fue vicepresidenta de la Comisión de Investigación de Pegasus y otro software espía en el marco de la Eurocámara.

 

Una semana convulsa en Esquerra Republicana

Una investigación del diario Ara publicada el lunes apuntaba que los carteles cargando contra los Maragall y el alzhéimer fueron encargados desde dentro de la formación. Este escándalo ha recibido la condena de miles de militantes del partido, que está haciendo una investigación interna con el fin de depurar responsabilidades. Esta ha intensificado la pugna entre los sectores de Oriol Junqueras y Marta Rovira. El jueves, Sergi Sabrià dimitió como viceconseller de Estrategia y Comunicación después de haber sido señalado por estos carteles y subrayó a lo largo de su comparecencia -a la cual asistió Ernest Maragall- que él no estuvo implicado. Sabrià defendía dar este paso no para que sea "culpable" ni para que se sienta, sino porque es la "mejor aportación" que sostiene que puede hacer al partido. En esta rueda de prensa, el ya exviceconseller disparó contra Oriol Junqueras: "Hay quien ha enfangado hasta límites insospechados un debate interno imprescindible a la vez que oía decir frases como había que lavar las platos sucios en casa", en alusión a una frase que pronunció el expresidente de ERC cuando se hizo público el manifiesto que pedía "renovación" en el partido. "La conclusión que saco es que desgraciadamente hay quien no le importa ni el partido, ni la militancia, ni la ciudadanía. Solo la ambición y el deseo personal de controlar una organización para hacérsela a medida", sentenciaba.