La sentencia del juicio del 9-N ha hecho crecer el malestar en Europa. El hecho de que el TSJC haya condenado al expresident Artur Mas y las exconselleres Joana Ortega e Irene Rigau a penas de hasta dos años de inhabilitación, ha activado un alud de reacciones de políticos internacionales, que han cargado contra las acciones del Gobierno español para detener el procés catalán. Todo eso, justo la semana en que el Parlamento británico ha dado el pistoletazo de salida al grupo parlamentario de discusión sobre Catalunya con una conferencia en sede parlamentaría del conseller de Afers Exteriors, Raül Romeva.

Son ejemplos de eso, el eurodiputado belga del partido independentista flamenco (N-VA) Mark Demesmaeker, que esta semana, en una entrevista en El Nacional, aseguró que la reacción de España contra el proceso catalán y su judicialización "huele a sistema autocrático y franquismo". No es el único. El eurodiputado británico del partido de los conservadores Ian Duncan, el copresidente del gobierno de los Verdes, Philippe Lamberts (Bélgica); o la líder del grupo de la Izquierda Unitaria, Gabriele Zimmer (Alemania); son otros ejemplos. En declaraciones a la ACN, los eurodiputados se han mostrado preocupados por la sentencia, han calificado de "tozudez" la reacción y han reclamado "diálogo" y "respeto".

Además, la sentencia también hizo que otros mostraran su desacuerdo a través de Twitter. La eurodiputada belga de la N-VA Helga Stevens se preguntó cómo podía ser que "organizar un referéndum sea ilegal y no democrático si había una clara mayoría por el referéndum en el Parlament catalán". Hace unos meses, en una entrevista en este diario, Stevens aseguró que la judicialización del procés era una vergüenza para la democracia española"

También el eurodiputado del partido independentista de Irlanda del Norte, Sinn Féin, Matt Carthy, lo calificó de "escandaloso".

Catalunya, en los parlamentos de Europa

Todo eso justo la semana que se ha activado el grupo de discusión sobre Catalunya en el Parlamento británico. Hasta 21 miembros de Westminster se han sumado a la iniciativa impulsada por el independentista escocés del SNP George Kerevan. Este grupo, del que forman parte miembros de los seis principales partido del Parlamento, se reunirá como mínimo dos veces al año y para analizar la situación en Catalunya y asegurar que "el debate (catalán) se lleva a cabo de la manera más democrática", según el mismo grupo.

Además, justamente este jueves, diputados del Partido Laborista, del SNP escocés y del galés Plaid Cymru impulsaron una moción en el Parlamento británico para condenar las penas impuestas a Mas, Ortega y Rigau. La moción subraya que la sentencia condenatoria por la consulta "multa duramente y prohíbe ejercer cargos públicos" y reclama al ejecutivo británico que declare su adhesión a "la libertad de expresión y al derecho de los parlamentarios elegidos democráticamente para celebrar referéndums".

No es el único país. Este jueves el proceso catalán también entró de lleno en una sesión parlamentaría del Parlamento belga. Lo hizo después de que un diputado de lo N-VA Peter Luykx reclamara al primer ministro Charles Michel una respuesta sobre Catalunya y le advirtiera de que hay que tomarse seriamente la situación actual porque "supera el orden nacional" y requiere, "desde un punto de vista moral", un posicionamiento europeo. En su respuesta, Michel aseguró que hay una "gran diferencia" entre Catalunya y Escocia y ha descrito como "elementos esenciales" el respeto por "las reglas europeas, el Estado de derecho y el orden constitucional".

"El futuro de Escocia y Catalunya no está sólo en manos de los habitantes, sino también de Europa. Tomemos seriamente su voto", tuiteaba el partido desde su cuenta en las redes sociales.

Además, el año pasado los parlamentos de Finlandia, Estonia y Suiza ya crearon grupos parlamentarios para debatir sobre Catalunya y el proceso independentista. Además, Suiza y Dinamarca han hecho mociones parlamentarias para pedir una salida democrática y pactada en el proceso catalán. Los suizos, incluso se propusieron para hacer de mediadores entre el gobierno catalán y español si lo aceptaban las dos partes.

El Govern intensifica la presencia en el Exterior

La presencia del Govern en Europa viene de lejos, también sus acciones para explicar el procés por todas partes, pero en los últimos tiempos se han incrementado de manera exponencial. Después de la gran conferencia del president Carles Puigdemont, el vicepresident Oriol Junqueras y el conseller Raül Romeva en el Parlamento Europeo, ha habido otros.

Este mismo martes Romeva explicaba en Londres, en la presentación del grupo sobre Catalunya, que España usa las leyes contra los opositores políticos y aseguraba que en algún momento, "Europa tendría que tomar posición". Además, justamente este viernes viajó a Eslovenia, donde se pronunció una conferencia en la Slovenian Society for International Relations de Liubliana y se reunió con las artífice del proceso independentista de este país, el año 1991.

El conseller Raül Romeva durante la conferencia en Westminster / Exteriors

También en esta estrategia del Govern para explicarse por todas partes, hay que sumar las recientes conferencias del expresident Artur Mas, primero en San Sebastián, y después en Oxford y Harvard. También el president Puigdemont se desplazará a esta importante universidad de los Estados Unidos, donde protagonizará un coloquio titulado 'Catalunya, Escocia y el Calexit'. Además, el delegado del Govern en el Reino Unido, Sergi Marcén, participará este fin de semana en la convención del partido independentista escocés, el SNP.

La prensa internacional también mira Catalunya

La condena en Mas, Ortega y Rigau ha provocado una cascada de reacciones en la prensa internacional. De hecho, la noticia de la sentencia del 9-N se siguió prácticamente instantáneamente en muchos medios de todas partes y fue distribuida por las principales agencias internacionales. 

Es un ejemplo la agencia de noticias francesa, considerada la tercera más importante a nivel internacional, Agence France-Presse (AFP), que emitió una última hora anunciando la inhabilitación de dos años de Artur Mas.

También se hicieron eco prestigiosos medios como los diarios británicos The Guardian, Financial Times, la cadena pública BBC, los norteamericanos The New York Times o Washington Post, los franceses Le Monde y Le Figaro o el europeo Politico, entre muchos otros. Casi todos coincidían en subrayar que se trataba de un "referéndum simbólico" y "no vinculante" y recogían a las críticas de los líderes catalanes que calificaban la sentencia de "vergonzosa" y "antidemocrática".

Todo eso, también la semana en que la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha propuesto celebrar un referéndum sobre la independencia el año 2018 o a principios de 2019. Los dos hechos han vuelto a fijar la mirada internacional en los procesos de autodeterminación, y hacen más difícil a Europa hacer oídos sordos.