Ya es día de elecciones en Euskadi. Desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la noche, el electorado vasco podrá ir a las urnas para decidir quién se corona en la pugna ajustadísima entre el PNV y Bildu. Ambas formaciones soberanistas luchan por la hegemonía en el País Vasco; una para retenerla (el PNV) y la otra para conquistarla (Bildu). Además, si los pronósticos de las encuestas que han ido publicándose hasta el día 15 de abril se cumplen, es posible que el parlamento vasco deje de ser un hemiciclo históricamente fragmentado. Podría pasar a tener solo cuatro formaciones: PNV, Bildu, PSE y PP, quedando fuera partidos como Podemos, Sumar y Vox. Una curiosidad: el PNV no encarga encuestas internas. Según explican fuentes de la dirección del partido, la formación se fía de los barómetros que se van publicando, pero siendo conocedores, también, que en la cocina de los datos pueden producirse errores. Se fían todavía más, aseguran, de su olfato político.
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Sea como sea, una victoria de Bildu sería un golpe duro para el PNV, pero no definitivo: todo indica que los jeltzales reeditarán la coalición con el PSE que les hace mantener actualmente el poder vasco en sus manos. Ambas formaciones han expresado su voluntad de mantener este matrimonio político. Los dos han cerrado la puerta a pactar con Bildu. Y del PNV depende también la gobernabilidad del presidente español, el socialista Pedro Sánchez.
Bildu sueña en un sorpasso al PNV
El PNV ha sido históricamente el partido hegemónico del País Vasco. De las 12 elecciones que se han celebrado en Euskadi desde 1980, el PNV las ha ganado todas excepto las de 1986 (victoria del PSE); y solo han dejado de gobernar en una legislatura: la de 2009 al 2012, en la que el socialista Patxi López se convirtió en lehendakari después de que el PP le regalara sus votos. En 2020, cuando se celebraron las últimas elecciones en Euskadi, la encuesta del CIS situaba a los jeltzales como la fuerza hegemónica del país; controlando con plena seguridad el flanco centroderecha y ocupando buena parte del flanco centroizquierda.
No obstante, el mismo barómetro del 2024 deja claro que Bildu le gana al PNV mucho terreno por la izquierda. Los abertzales han conseguido absorber todo el voto de Podemos y Sumar, convirtiéndose de esta manera en la fuerza hegemónica de la izquierda. Y le empieza a ganar el terreno de la centralidad a través de los jóvenes.
Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, en estos cuatro años Bildu ya le ha hecho un sorpasso muy importante al PNV: ser el favorito en la horquilla de ciudadanos vascos entre 35 y 44. También gana en las horquillas 18-24 y 25-34. A partir de los 45 años, gana el PNV; especialmente en los mayores de 75 años, franja en la que los jeltzales arrasan. Uno de los conceptos más repetidos por Bildu durante esta campaña electoral es que el 21-A puede producirse en Euskadi un cambio de ciclo. Es bien cierto si se tienen en cuenta los datos reflejados en el siguiente gráfico, en el que aparecen todos los resultados en escaños de todos los partidos políticos vascos desde 1980.
Sin necesidad de mayoría absoluta para formar gobierno
El caso, sea como sea, es que todas las quinielas coinciden en que la lehendakaritza se mantendrá en manos del PNV gracias a una reedición del actual pacto de gobierno con el PSE. Aparte, si la suma de estas dos formaciones no llega a la mayoría absoluta, no hay ningún problema. Porque el sistema político vasco está diseñando para evitar el bloqueo político y no requiere que en la sesión de investidura de un lehendakari haya mayoría absoluta. Además, los jeltzales están dispuestos, también, a gobernar en minoría con el PSC en el peor de los casos. El PNV está convencido de que, si hace falta, durante la legislatura podría llegar a acuerdos con Bildu y PP. Así lo manifestaba este miércoles el presidente del Partido Nacionalista Vasco, Andoni Ortuzar, en una entrevista en ElNacional.cat.
Una nueva campaña envenenada por ETA
Lo más fangoso de la campaña vasca de este 2024 ha sido que se haya vuelto a agitar el fantasma de ETA. Todo empezó el lunes por la noche, en la segunda semana de campaña. En una entrevista nocturna en la cadena SER, el candidato de Bildu se negó a referirse a ella como organización terrorista y se limitó a definirla como grupo armado. El resto de formaciones han querido aprovecharse de este resbalón, y ETA ha acabado monopolizando la recta final de la carrera electoral.
Pello Otxandiano quiso pedir disculpas, pero lo hizo a medias, cosa que no convenció a sus adversarios políticos. Incluso el PNV, en el acto final de campaña del pasado viernes, llegó a vincular a Bildu con ETA. En la última intervención del mitin, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, se refirió a Arnaldo Otegi y destacó que los jeltzales se presentan a las elecciones "de cara a la sociedad, con la cara limpia y con la cara descubierta".
El día de reflexión de los cuatro candidatos favoritos en las encuestas
Los cabezas de lista de las distintas formaciones que se presentan a las elecciones este domingo irán a las urnas después de haber pasado un día de reflexión con la familia, voluntarios de la campaña, en la montaña e, incluso, de compras. Imanol Pradales, del PNV, pasó este sábado comprando fruta, verdura y hortalizas; mientras que el candidato con quien tendrá que pugnar por disputarse el primer lugar en estos comicios, Pello Otxandiano de Bildu, decidió dar un paseo por la montaña y pasar el rato más tarde con su familia.
Con respecto al tercer favorito de las encuestas, el socialista Eneko Andueza, decidió acompañar a su hija con su mujer a un partido de baloncesto en Barakaldo, y después celebró su cumpleaños, pospuesto a causa de la campaña de las elecciones. Con respecto al popular Javier de Andrés, el cuarto preferido según las encuestas, pasó el día con los voluntarios de la campaña: todos aquellos que han echado una mano con los coches, la unidad móvil y la oficina de la carrera electoral.