Un coche con la banderita de España enganchada en el maletero, circulando a toda velocidad y su conductor gritando "¡José Antonio, presente!" con la ventanilla bajada. Su claxon y su voz han sido las únicas cosas que este lunes a primera hora han roto el silencio atronador que había en la entrada del valle de Cuelgamuros. Cinco minutos más tarde, hacia las ocho menos cuarto de la mañana, la comitiva funeraria entraba dentro del recinto conocido hasta ahora como Valle de los Caídos para retirar los restos del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. La segunda exhumación de un líder fascista de este mausoleo franquista ya está en marcha.
El proceso será el siguiente. Cuando pasen algunos minutos de las ocho de la mañana, se retirará la losa que ahora mismo está encima de los restos de Primo de Rivera. Sus restos se retirarán y, entonces, se procederá a hacer una misa con los familiares del falangista. Se calcula que este acto religioso empiece en torno a las 9 de la mañana. Después, el coche fúnebre y sus familiares recorrerán 55 kilómetros y se dirigirán hacia el cementerio madrileño de San Isidro para enterrarlo sin homenajes. Una curiosidad: a pesar de la nueva ley de Memoria Democrática, las señales de tráfico que dirigen a los conductores hacia el valle de Cuelgamuros aún tien escrito 'Valle de los Caídos'.
Sí que se prevé, sin embargo, que a San Isido asistan falangistas para dar apoyo a la familia y manifestarse en contra de esta exhumación. No lo han podido hacer en las puertas de la valle de Cuelgamuros, porque el mausoleo falangista está cerrado los lunes. Es por eso, también, que se ha escogido este lunes como día para llevar a cabo esta exhumación.
A primera hora de este lunes, hasta una veintena de coches han entrado dentro del recinto. No eran, todavía, los familiares de José Antonio Primo de Rivera. Eran trabajadores de Patrimonio Nacional. Una veintena de medios custiodiaban, junto con un importante despliegue de guardias civiles, la entrada y salida del conocido como Valle de los Caídos, a la espera de que en cualquier momento pudiera entrar el coche fúnebre e intentar seguirlo una vez cargara los restos.
La familia de Primo de Rivera ya hacía tiempo que había solicitado al abad de la comunidad benedictina del Escorial y a la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid la exhumación de los restos, que están en la basílica mayor. Los restos del fundador de Falange se situarán con los de miembros de su familia, que también se encuentran en el cementerio de San Isidro, en el distrito madrileño de Carabanchel.
Los restos de José Antonio Primo de Rivera llegaron a la basílica del Escorial en noviembre de 1939, procedentes de Alicante, donde fue ejecutado. Cuando se inauguró el Valle de los Caídos en 1959, el dictador Francisco Franco invitó a la familia de José Antonio a trasladar sus restos al mausoleo. Con la nueva exhumación, será el cuarto traslado de los restos del fascista.