El exsecretario general del Departament de Interior, Brauli Duart, ha declarado que el exconseller Miquel Buch nombró asesor el sargento de los Mossos Lluís Escolà para saber qué pasaba en el cuerpo de los Mossos de Esquadra "bastante tensionado y con muchos mossos investigados por el 1-O"; y, por lo tanto, no para hacer de escolta al presidente Carles Puigdemont. Y es que el exnúmero 2 de Interior ha asegurado que cuando el president Puigdemont, un mes antes de ser nombrado Escolà, pide las prerrogativas de expresident de la Generalitat, el Departament de Presidencia pide al de Interior que le ponga seguridad y cuando el Ministerio del Interior se lo deniega, lo paran: "Cumplimos el marco legal, hecho que provocó muchas críticas, y por eso al final el president Torra destituyó al conseller Buch." Con claridad y contundencia lo ha declarado este jueves Duart, en el segundo día del juicio a Buch y a Escolà en la Audiencia de Barcelona, acusados de dar protección al presidente en el exilio, enmascarado con un cargo de confianza en el Departament d'Interior, de julio de 2018 en marzo de 2019.
En la segunda sesión del juicio, han declarado tres excargos políticos del Departament de Interior, que han apoyado a la tesis de las defensas de Buch y Escola. En este sentido, el exnúmero 2 de Interior también ha detallado que los viajes que hizo Escolà cuando ya era asesor de Buch al extranjero "fueron a título personal" porque no pasó ningún gasto ni pidió billetes de vuelo a Interior. Sin embargo, el fiscal Pedro Ariche considera la contratación fraudulenta y pide para Buch 6 años de prisión por los delitos de malversación de fondos por los 53.000 euros que cobró Lluís Escolà como asesor, y prevaricación, y para Escolà, 4 años de prisión como cooperador de los dos delitos.
El entonces jefe de gabinete, Pere Ferrer, también ha compartido la versión de Duart que "el conseller Buch buscaba un perfil técnico y consultó a varios agentes de los Mossos" si querían ocupar la plaza de asesor. El juicio continúa este viernes y el presidente Puigdemont declarará como testigo desde Waterloo.
Acompañaba Puigdemont, no hacía seguridad
Por su parte, el exdirector general de la Policía, Andreu Joan Martínez, ha explicado al tribunal de la sección 2.ª de la Audiencia de Barcelona que el expediente disciplinario que Interior abrió a Lluís Escolà fue por no haber comunicado a sus superiores que ayudó a Puigdemont a marcharse del país, en octubre de 2017. Y que Escolà, sargento del grupo de escoltas de la Presidencia, contestó a la Policia que "acompañaba a Puigdemont, que no hacía tareas de seguridad".
Martínez acordó la sanción a Escolà en julio de 2018, y pocos días después se inició el procedimiento para que Buch tuviera el 9.º asesor, que al final fue Escolà. "Acordé una sanción más grave que las medidas cautelares," ha asegurado Martínez, cuando la abogada de Buch, Judit Gené le ha preguntado si era "más benévola", tal como aseguró el jefe de investigación de los Mossos, Antoni Rodríguez, el día anterior a la Audiencia de Barcelona. Escolà fue expulsado del cuerpo de escoltas, que había alcanzado con oposiciones. Además, a preguntas de la abogada Judit Gené, Bruali Duart ha manifestado que el "perfil de Escolà era perfectamente el adecuado".
Las prerrogativas de Puigdemont
El fiscal Pere Ariche ha interrogado Bruali Duart sobre el procedimiento para poner protección al president Puigdemont. Duart ha precisado que Puigdemont pidió las prerrogativas que tienen los expresidentes de la Generalitat en el 2018, y que se activó la Oficina del President, con el nombramiento de un director.
Con respecto a la seguridad de Puigdemont, Duart ha detallado que Presidencia se lo pidió y que el director de la Policía envió una carta a la secretaría de Estado de Seguridad, de forma reglada, y que al final el Ministerio del Interior se lo deniega porque consideran que Puigdemont no tiene ningún cargo y está en el extranjero. Duart ha asegurado que a partir de entonces frenan el proceso para dar protección al expresident y que por eso Buch "recibe críticas de su partido y al final es cesado".
En su interrogatorio a los cargos políticos de Interior, el fiscal Ariche ha cambiado el término "de escolta" por el de "acompañamiento" de Puigdemont que hacían algunos agentes de los Mossos. Duart le ha respondido que sabía por la prensa que algunos agentes lo hacían en tiempo de vacaciones, e incluso ha recordado que la Audiencia Nacional absolvió dos mossos que acompañaban Puigdemont, y que "en la sentencia no se cuestionaba su acompañamiento".
Sin horarios ni control
En la vista, los excargos políticos han insistido que los cargos de confianza, como los asesores, no tienen horario, ni fichan (lo tienen que hacer desde noviembre de 2019), y que Lluís Escolà iba al Departament de Interior, pero que estaba a disposición del conseller Buch cuando él se lo pedía. Pere Ferrer también ha defendido los informes de Escolà y ha criticado las "valoraciones" hechas por los instructores de esta causa penal sobre sus indicaciones porque eran "argumentarios para le conseller", cuando, por ejemplo, iba a algún municipio.
El primer testigo en declarar este jueves ha sido el jefe de los escoltas de los Mossos del presidente Quim Torra, y a preguntas del fiscal Pedro Ariche, ha explicado que en diciembre de 2018 vieron el agente Lluís Escolà en el vestíbulo del teatro dónde se hacía un acto del Consejo de la República, en Bélgica. El agente también ha detallado que en el viaje, los tres escoltas de Torra, no llevaron armas ni material de defensa "por problemas con la compañía área" y para no tener que pedir un permiso a las autoridades de Bélgica.
El juicio continúa este viernes con la declaración de más testigos, y los acusados declararán el 13 de julio.