Una caída del 89,5% de las exportaciones españolas a Argelia en un año. Es la cifra que muestra las consecuencias de la política exterior de Pedro Sánchez, especialmente, del cambio de postura sobre el Sáhara Occidental. El inesperado acercamiento de Sánchez a Marruecos en marzo del 2022 provocó una crisis diplomática con Argelia que, casi un año y medio más tarde, no se ha resuelto. Este país del norte de África había sido un importante aliado comercial y económico para España, pero respondió al movimiento político de Sánchez con un boicot a los productos españoles y la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación.
El último informe mensual de comercio exterior del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, con datos del mes de junio, señala que las exportaciones a África, que supusieron el 5,1% del total en el primer semestre del año, han disminuido un 7,6% respecto al mismo periodo del 2022 a consecuencia de la bajada de ventas en Argelia. Entre en enero y en junio del 2023 se exportaron productos a este país por valor de 95,4 millones de euros, una cifra irrisoria en comparación con los 911,7 millones de 2022 o los 955,1 millones de 2021.
Por otra parte, las exportaciones con Marruecos han crecido un 5,4% en comparación con el año anterior. Así, si en el primer semestre de 2022 las empresas españolas ingresaron 5.967 millones de euros por las ventas en Marruecos, este año han ingresado 6.291 millones a través de esta relación comercial.
Los empresarios afectados presentarán una reclamación patrimonial contra el Estado
La bajada de las exportaciones ya hace un año que se arrastra, sin que el Gobierno haya podido mejorar la situación. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, viajó a principio de año a Bruselas para pedir a la Comisión Europea que intercediera, ya que las competencias de comercio están transferidas y Argelia estaría incumpliendo el acuerdo de asociación con la Unión Europea. Sin embargo, hasta el momento la Unión Europea no ha llevado a cabo ninguna acción concreta, y sigue defendiendo la vía del diálogo para resolver el conflicto.
En junio, el Gobierno anunció que destinaría ayudas de hasta 200.000 euros a los empresarios afectados por el bloqueo comercial. Con todo, los comerciantes constituyeron la Asociación de Empresas Afectadas por la Crisis de Argelia (AECA). Julio Lebrero, gerente de la empresa Aechomhel, gravemente afectada por el veto argelino, es el presidente. El objetivo de AECA, integrada por una quincena de pymes, es presentar una reclamación patrimonial contra el Estado para exigir una compensación por las consecuencias de la decisión política.