La exposición "Franco, Victòria, República, impunitat i espai urbà" costó 183.697 euros al Ayuntamiento de Barcelona, según explica el comisionado de Programes de Memòria, Ricard Vinyes, en una respuesta a una pregunta de CiU a la cual ha tenido acceso ACN. Así consta en el expediente cerrado a fecha del 10 de enero, que incluye hasta 32 contratos con empresas que se encargaron del montaje de la muestra.
El grueso principal de esta cifra se lo lleva el apartado de producción, con más de 100.000 euros. La muestra, que se podía visitar en el Born Centre Cultural entre el 18 de octubre y el 8 de enero, levantó polémica por la instalación de dos estatuas franquistas en la calle. Ambas tuvieron que ser retiradas por los actos de rechazo que provocaron. La figura de Franco a caballo y sin cabeza fue incluso tumbada.
De los más de 183.000 euros que costó la muestra, la partida más importante es la de producción, que sube a 100.723 euros; el segundo concepto es el de redacción de proyecto museográfico y dirección de obra, que sube a 19.602 euros. En tercer lugar destaca el gasto en comisariado, que se sitúa en 10.048.
Con respecto al resto de conceptos, se destinaron 10.000 euros a derechos de imagen; 9.412 euros a comunicación; 7.314 a manipulación y transporte de piezas; 6.791 al libreto de mano; 6.095 a traducciones y correcciones; 4.598 a diseño gráfico; 4.235 para el documentalista; 2.390 para la restauración de piezas; 1.210 a seguridad, y 1.275 en materia de seguros.
Coste de la muestra y contratos
CiU hizo dos preguntas sobre esta cuestión: una sobre el coste de la muestra y otra sobre los contratos que se habían firmado con las empresas que hicieron el montaje. En la primera respuesta se incluyeron datos de noviembre, cuando la muestra estaba todavía abierta y faltaba para contabilizar gastos. Es en la segunda respuesta donde se dan los datos definitivos.
La exposición tenía como objetivo denunciar la permisividad de las administraciones catalanas con los grandes monumentos de la dictadura en Barcelona, que perduraron en el espacio público durante más de 35 años. La decisión de escoger el Born Centre Cultural para la muestra molestó a algunos grupos municipales, pero sobre todo lo hizo la instalación de dos estatuas, especialmente la figura ecuestre de Franco, contra la cual se tiraron huevos y pintura y sufrió toda clase de agresiones hasta que fue volcada. El Ayuntamiento decidió finalmente retirar las estatuas.
El primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello, aseguró que no se arrepentía de haber instalado estas figuras, pero admitió que quizás no habían conseguido explicar su sentido. La oposición pidió la dimisión del comisionado de Programes de Memòria.