Nuevo caso de catalanofobia, ahora en el País Valencià. Plataforma per la Llengua interpondrá una reclamación en el Ayuntamiento de Valencia por la expulsión de una familia de la piscina municipal de Benicalap porque hablaban en catalán. Los hechos se produjeron el pasado 8 de julio cuando un vecino acudió a esta piscina con sus hijos menores de edad hacia las 13:00 horas. El personal de seguridad del recinto intentó que cambiaran de lengua, y cuando la familia se negó, fueron expulsados del complejo. Según ha explicado la entidad, las instalaciones, a pesar de ser municipales, están gestionadas por la empresa Aquaval SL, que también gestiona otra piscina en València. Y anuncian que la reclamación se hará ante el consistorio porque "se ha incumplido el Estatuto de Autonomía, el Estatuto de los Consumidores y Usuarios del País Valencià y la Ley de uso y enseñanza del valenciano".

"Agresión lingüística"

Plataforma per la Llengua denuncia que la familia, que comió en las instalaciones de la piscina, "sufrió la agresión lingüística cuando intentaba lavar las fiambreras". La entidad ha expuesto que la persona encargada de la limpieza buscó a los agentes de seguridad "para resolver las dudas de la familia" respeto a "si podía limpiar las fiambreras en el mismo sitio donde llenaba los cubos para fregar el suelo". En este momento, el guardia de seguridad exigió al padre que cambiara la lengua al castellano porque no lo entendía. Ante esta situación, la víctima le pidió que buscara a otro compañero que sí entendiera al valenciano, porque él no iba a cambiar la lengua: "Le contesté que no hablaría en castellano, igual que no le pedí que me hablara en valenciano", según explica el comunicado de Plataforma per la Llengua.

La situación todavía se tensó más cuando el encargado de la empresa pidió a gritos al usuario que hablara en castellano. De nuevo, se negó. Fue en este momento cuando fue expulsado del recinto, y acudió a la policía local, que le dio la razón. Sin embargo, le informaron de que lo único que podía hacer era poner una hoja de reclamación. Según explica la entidad, no lo quiso hacer allí por "motivos de seguridad", y entonces será la Plataforma que la presentará en su nombre y lo asesorará en todo momento sobre los pasos a hacer durante el proceso.

Ante esta versión, el consistorio se ha defendido y ha asegurado que la familia fue expulsada de la piscina de Benicalap "para lavar las fiambreras de la comida en la piscina donde se bañaba la gente" y no por "hablar valenciano".