Aprovechar la mesa de negociación para volver a situar el caso catalán internacionalmente y, al mismo tiempo, conseguir presión exterior para forzar al Gobierno a avanzar en el diálogo. Este es el nuevo objetivo de la conselleria de Exteriors que, a través de sus delegaciones por todo el mundo, está trabajando desde hace semanas para dar a conocer la posición del gobierno en relación a la mesa del diálogo. El mismo conseller de Exteriors, Alfred Bosch, se encargó a todos los delegados de la Generalitat en la reunión que tuvieron a finales de enero en Bruselas. En ella, les trasladó la necesidad de instar a los actores internacionales a "persuadir" el Gobierno para que haya diálogo.

Una vez la mesa de diálogo ya ha empezado a caminar, con la reunión de este miércoles, la estrategia del departamento tiene tres objetivos. Por una parte, según fuentes de Exteriores, se busca trasladar internacionalmente la idea de que "finalmente el Gobierno se sienta en la mesa" y dejar claro que es lo que el independentismo "hacía años que reclamaba". Además, se quiere mostrar al ejecutivo catalán como un "interlocutor válido" y "legitimado". La idea es "explotar" que hay una mesa entre gobiernos y que desde el Estado se reconoce el independentismo como una parte con quien se puede negociar para venderse internacionalmente y que se escuchen más los postulados independentistas. Finalmente, como tercer objetivo, el departamento comandado por Bosch busca que Sánchez se "comprometa" con una "salida democrática". Es decir, se busca una cierta "presión" internacional para evitar que el diálogo "descarrile".

Con esta idea, los delegados al exterior han ido celebrando reuniones y encuentros con agentes de los países donde trabajan, desde medios de comunicación hasta partidos o entidades, en las últimas semanas para hacer calar el mensaje fuera de Catalunya. De hecho, el mismo Bosch lo ha hecho este jueves en varios encuentros que ha tenido con partidos portugueses coincidiendo con un viaje al país para reabrir la delegación del Govern, clausurada desde el 155. Concretamente, se ha reunido con la diputada del Bloque de Izquierda Isabel Pires, muy activa en la denuncia de la represión y para la autodeterminación, así como también con representados del Partido Social Demócrata, el principal grupo de oposición al país, y con los ecologistas Personas-Animales-Naturaleza.


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Aparte de reuniones a puerta cerrada, también ha realizado varias entrevistas con medios locales y un encuentro con periodistas del mismo país, justo un día después de participar en la primera reunión de la mesa. En una atención a los medios durante el viaje, Bosch ha asegurado haber detectado "una comprensión profunda de lo que pasa en Catalunya y un interés creciente" por parte de los partidos con los que se ha reunido. Además, ha defendido la acción exterior del Govern como "legítima y necesaria" y ha señalado que la seguirán haciendo, aunque desde el Gobierno, durante la etapa del ministro Josep Borrell, se intentara clausurar delegaciones para impedirlo.

Bosch forma parte de la delegación catalana junto con Marta Vilalta y Josep Maria Jové, por parte de ERC, y Jordi Puigneró, Elsa Artadi y Josep Rius por parte de JxCat, además del presidente Quim Torra y el vicepresidente Pere Aragonés que estuvieron presentes a la primera reunión de la mesa y que se reincorporarán cuando se tengan que ratificar acuerdos. La mesa de diálogo iniciada este jueves se reunirá mensualmente alternando Barcelona y Madrid. Por otra parte, Bosch es el encargado de convocar la Comisión Bilateral Estat-Generalitat que tiene que tratar los temas sectoriales que afectan Catalunya, un organismo creado por el Estatuto y que Sánchez y Torra han pactado reactivar, y lo hará próximamente una vez todos los departamento de la Generalitat hayan acordado el orden del día.