Con el reciente traslado de las sedes de algunas empresas hacia España han surgido iniciativas de boicot, algunas de las cuales provenientes de Extremadura. Como consecuencia, han saltado algunas alarmas por parte de empresarios extremeños que han advertido que muchas de estas empresas se abastecen de materia prima de la región.
Es el caso de Manuel Vázquez Calleja, consejero delegado de Conesa (empresa que se dedica a la transformación del tomate), que ha asegurado al diario extremeño Hoy que "no comprar productos catalanes, como los de casa Tarradellas, puede ser como pegarse un tiro al pie porque nuestro tomate cubre sus pizzas", y ha añadido que "probablemente el atún viene de Galicia y la harina de Andalucía".
Por los móviles de los habitantes de esta región están circulando listas de marcas "prohibidas" que se tienen que boicotear, y Tarradellas no es la única. Es el caso de Nestlé que distribuye el tomate Solís, con materia prima de Miajadas (Extremadura) y el agua Aquarel que proviene de Herrera del Duque (Extremadura). Otros ejemplos son Borges, Gallina Blanca o Matutano; las tres se abastecen con materia extremeña.