La Fundación FAES, liderada por el expresidente del Gobierno José María Aznar, sale a la yugular de Vox para responsabilizar la formación liderada por Santiago Abascal de la permanencia de Pedro Sánchez en la Moncloa. En una nota difundida este lunes, la FAES acusa a la formación de extrema derecha de “contribuir a sabotear” la alternativa al PSOE de la que “dice querer ser parte” dispersando y dividiendo el voto entre Vox y el Partido Popular. “Queda más que acreditado que Vox y Sánchez se retroalimentan actuando como polos complementarios. Sánchez sin Vox perdería su excusa favorita, su seguro de vida”, esgrimen. Y concluyen que el PSOE “necesita que Vox siga ahí para dislocar la articulación de una alternativa que sus pobres resultados y su total falta de escrúpulos a la hora de rentabilizarlos hacen más urgente cada día que pasa”.

La FAES lamenta que el rendimiento electoral de Vox “se limita a dificultar la posibilidad de una alternativa al sanchismo”, pone encima de la mesa el “potencial dispersivo” que ha tenido en las elecciones catalanas, vascas y gallegas y señala que el 23J Abascal y compañía favorecieron “claramente la estrategia de movilización socialista” a causa de sus “gestos y exhibiciones histriónicas” que sirvieron para “inutilizar” la victoria del PP. También reprueban que la “proximidad” de Vox a los “modelos populistas” aleja su proyecto del “concurso de mayorías suficientes”.

En su escrito, la FAES no deja de mencionar la “polvareda polémica levantada en el cónclave «conservador» que Vox festeja anualmente”, en relación con el acto que organizó el partido de Abascal con Javier Milei y otros líderes de la ultraderecha mundial hace una semana, para “darse una publicidad” que el Gobierno “siempre «aviva»”. Y cuestiona que “por la pasarela voxista” haya “desfilado toda la «derecha alternativa» europea” con “énfasis distintos en función de las urgencias electorales de Vox en cada coyuntura, antisistema o «respetable» según donde apunte la brújula demoscópica”.

La FAES reprocha la complicidad entre Vox y Trump

En su escrito, muy crítico con Vox, la FAES también recela del encuentro entre Santiago Abascal y Donald Trump que se produjo en febrero en un “momento particularmente significativo”. Días antes, Trump había advertido que animaría a Rusia a “hacer lo que le diera la gana” a cualquier aliado de la OTAN que considerara incumplidor. La FAES censura que Vox se fotografiara con Trump justo en ese momento, cuando el expresidente norteamericano fue “más allá de su consabido gamberrismo” e hizo unas declaraciones de la forma “más temeraria y peligrosa, en el peor momento, mientras el expansionismo ruso amenaza equilibrios geoestratégicos y la propia seguridad de Europa y de España”. La fundación presidida por Aznar pone en duda la “fascinación acrítica de algunos «conservadores» por algo tan poco conservador como el trumpismo” y critica que Trump no tiene “ninguna agenda conservadora discernible”.

La FAES también desaprueba el asalto al Capitolio norteamericano por una “turba enfurecida” en 2021, que cataloga de “paroxismo de irresponsabilidad inédita en la vida política norteamericana” y tilda de “imperdonable”. Lamenta que “los alborotadores se comportaron de forma irresponsable”, igual que “demasiados congresistas republicanos”, que “coquetearon con mentiras”, y que Trump, que “convirtió el drama en una seria amenaza para la estabilidad nacional”. “El conspiracionismo de Trump está profundamente vinculado a su irresponsabilidad”, añade. La desautorización de la FAES hacia Trump va más allá: “Siempre hubo algo fantasioso en el comportamiento de Trump en la presidencia, pero, con la pandemia y las elecciones, su escapismo y falta de sentido de la realidad se hicieron insostenibles. La enorme distancia entre su mundo de fantasía y el mundo real devino insalvable”.