La dificultad para encontrar monitores que cubran la franja horaria de la tarde a las escuelas durante el mes de septiembre, está poniendo en peligro los cambios anunciados por la conselleria d'Educació de cara al próximo curso. Según apunta este viernes La Vanguardia, la problemática para cubrir las tardes de septiembre para atender a los niños de infantil y primaria estaría llevando al Departament d'Educació a buscar alternativas para hacer frente a la situación. Una de estas opciones serían ofrecer a las escuelas volver a la fórmula habitual de clase por la mañana y la tarde, a partir del 12 de septiembre. Por lo tanto, una de las soluciones que se contempla es mantener el adelanto del curso escolar al día 5, con solo horario lectivo por la mañana y con monitor por|para la franja de la tarde, de 15:30 a 16:30 horas hasta el día 12. A partir de aquí, volver al horario habitual de jornada completa, con clase a mañana y tarde. Parece que es la única manera con la cual Educación podría salvar esta situación ante la falta de monitores a las tardes, según fuentes de la conselleria que cita el rotativo, "se han analizado varias propuestas y hemos hablado con todo el mundo, pero de momento ninguna propuesta tiene tanto consenso como la inicial".
La idea parece que parte de la propuesta de 300 directores de escuelas catalanas que han enviado una carta al conseller d'Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, en la cual se alertaba al departamento que el sistema educativo catalán corre el riesgo de "colapsar" si la conselleria va directamente y mantiene el planteamiento que tiene ahora con respecto al curso 2022-2023. Según los centros, la situación es insostenible, ya que está el riesgo de que en la escuela catalana "no se pueda garantizar su funcionamiento con unos estándares mínimos de calidad". Miembros de la comunidad educativa han declarado a este diario que muchas escuelas se ven obligadas a contratar empresas para poder cuidar de los niños por la tarde. Si finalmente, Educación decide cambiar de estrategia, la opcionalidad para septiembre establecería una doble tipología de centros: unos con horario lectivo reducido y otros con jornada continuada.
Acompañamiento en los centros
La conselleria d'Educació de la Generalitat se ha comprometido a "acompañar en los centros educativos en la gestión de la organización de las actividades de tarde" que se ofrecerán en septiembre, cuando habrá jornada intensiva, como aparte del nuevo calendario escolar. Las entidades que se podrán contratar "tienen que estar bajo el paraguas del proyecto educativo de cada centro, dentro de la programación anual y avalada por el Consejo Escolar del centro", que tiene representación de las familias. La gestión de la contratación se hará desde los servicios territoriales, que contactarán "prioritariamente" con las empresas que ya se ocupan del mediodía, por coherencia pedagógica. Se contratarán 20 horas, el que representa una diaria del lunes al viernes durante 20 días, con un monitor para cada 16 alumnos en los centros ordinarios y para cada 4 alumnos en los centros de educación especial, y habrá un mínimo de dos monitores por escuela. El horario y las rutas de transporte escolar de septiembre financiadas por la conselleria se mantendrán igual que durante el resto del curso. La respuesta a la propuesta no se ha hecho esperar.
La junta de directoras y directores de los centros escolares públicos de primaria de Girona, que consideran "del todo inviable e inaceptable" la solución que ha planteado el Govern de la Generalitat de cubrir el horario escolar del mes de septiembre con actividades de ocio educativo bajo la responsabilidad de la dirección de los centros, aunque financiadas por la conselleria d'Educació. Valoran como una decisión acertada avanzar el inicio del curso escolar al 5 de septiembre, pero dicen no entender que sean las direcciones de los centros los que tengan que asumir el ocio educativo para garantizar la conciliación familiar, según informaban hace unos días a través de un comunicado.