La Asociación Memoria de Mallorca y las familias de Aurora Picornell i d'Antònia y Maria Pascual —republicanas asesinadas en 1937— han presentado una denuncia contra el presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne (Vox), por un delito de odio por haber roto las fotografías de las tres víctimas durante un pleno. Los hechos se remontan al pasado 18 de julio, cuando durante un pleno en el que, con los votos de Vox y PP, se aprobó la toma en consideración de una proposición para derogar la ley autonómica de memoria, Le Senne rompió la foto de las tres víctimas del franquismo que la diputada del PSOE, Mercedes Garrido, tenía en la mesa. El presidente del Parlament acabó expulsando a las diputadas, Mercedes Garrido y Pilar Costa, y desde entonces, ha recibido una gran cantidad de críticas por parte de varios partidos políticos, e incluso se han hecho muestras de solidaridad con las víctimas al Congreso de los Diputados y al Parlament de Catalunya.

Falta de respeto a las víctimas

La asociación considera que el episodio fue "lamentable" y una "falta de respeto a tres mujeres asesinadas que hiere y desprecia el dolor de sus familias y ofende a toda la ciudadanía". Memoria de Mallorca, miembros de la asociación a título individual y familiares de las tres víctimas del franquismo a los que Garrido y Costa homenajeaban fotografías desde la Mesa del Parlament cuando Le Senne ordenó su expulsión, consideran delictiva la actuación del dirigente de Vox. "De manera agresiva y violenta arrancó, rompió y tiró en el suelo una fotografía de Aurora Picornell y de las hermanas Antònia y Maria Pascual", apuntan a los impulsores de la denuncia.

Las tres mujeres, activistas de izquierdas durante la Segunda República, fueron fusiladas en la noche de Reyes de 1937 junto a otras dos represaliadas que conforman el grupo conocido como las Rojas del Molinar. Los cuerpos de las cinco víctimas estuvieron desaparecidas durante décadas hasta que en octubre de 2022 se encontraron sus cuerpos en una fosa común del cementerio de Son Coletes de Manacor gracias al plan de fosas aprobadas por el anterior gobierno balear en manos de Francina Armengol. Precisamente, por esta razón denuncian que el gesto de Le Senne resulta gravemente hiriente para sus familiares y un desprecio a su dolor.

La asociación entiende que el comportamiento de Le Senne "es constitutivo de un delito de odio tipificado jurídicamente y, por lo tanto, nuestra asociación, representando de un colectivo de víctimas, con las respectivas familias afectadas directamente por los hechos, y miembros de la asociación, ejercemos nuestro derecho y nos personamos como afectadas presentando una denuncia penal contra Gabriel Le Senne". El escrito concluye con una declaración de la organización memorialista en solidaridad con las víctimas del golpe de Estado de 1936 y del franquismo, y una reafirmación de su compromiso de trabajar por "los derechos a la verdad, la justicia, la reparación, las garantías de no repetición y la memoria".