Continúa la incógnita. Tras semanas de crisis interna, el último elemento que ha sido objeto de debate en ERC entre los partidarios de la renovación de los liderazgos con Marta Rovira al frente y Oriol Junqueras y su equipo ha sido la fecha del congreso nacional extraordinario que se fijó a mediados de mayo para el 30 de noviembre. Después de que se descartara una repetición electoral con la investidura de Salvador Illa, voces del entorno de Junqueras pidieron avanzar esta fecha porun posible choque con los estatutos. Cuatro militantes, entre los cuales el exconseller d'Exteriors Bernat Solé que acompañará al expresidente en la puesta de largo de su candidatura el 21 de septiembre en Olesa de Montserrat, pidieron un informe a la Comisión de Garantías del partido para comprobar si la fecha escogida incumplía los estatutos de Esquerra.

Ahora, en una reunión entre la dirección del partido, que lidera Marta Rovira desde la dimisión de Junqueras y miembros de la candidatura del expresidente, para tratar este hipotético adelanto del Congreso, se ha acordado que se esperará la respuesta de la Comisión de Garantías "para conseguir que el proceso congresual no plantee ninguna duda jurídica y garantizar que la fecha en que se celebre respete los derechos de todos los militantes", según fuentes del partido. Esta petición fue presentada el martes 20 de agosto, tal como los mismos militantes lo anunciaron a las redes sociales dos días más tarde. Una semana después, han recibido la confirmación que se había registrado correctamente la petición, según ha podido saber ElNacional.cat.

Reproches mutuos

Paralelamente a esta petición del informe desde el entorno de Junqueras, un centenar de consellers nacionales del partido, que representan un tercio de los miembros de este organismo, han firmado una petición para avanzar el congreso, obligando a la Ejecutiva del partido, formada mayoritariamente por partidarios de la renovación de los liderazgos y de las tesis de Rovira, a debatir un cambio de fecha del Congreso. Al mismo tiempo, la misma dirección ha pedido también un informe jurídico para saber si es posible avanzar el congreso del partido, aunque lamentaban que este debate se hubiera planteado a través de los medios de comunicación y las redes sociales, donde los reproches entre los dos sectores son constantes, antes de tratar la situación este miércoles, cuando ya estaba prevista la reunión.

Fecha fijada después del porrazo electoral

La fecha del congreso se fijó en una ejecutiva larga y tensa el 15 de mayo, tres días después del gran porrazo electoral de Izquierda en las elecciones en el Parlament de Catalunya y cuando Pere Aragonès ya había anunciado su dimisión. Junqueras, en cambio, había publicado una carta que generó polvareda, asegurando que él tenía fuerzas para continuar al frente del partido. Tras horas de reunión, aparte de la fecha, también se anunció que Junqueras dimitiría después de las europeas del 9-J y Rovira dejó claro que ella no se presentaría para revalidar el cargo. La fecha escogida, medio año más tarde, se escogió para evitar hacerla coincidir con un proceso electoral en caso de repetición, que ha quedado descartado, pero también daba espacio al sector de Rovira para encontrar a un candidato a la presidencia del partido, para hacer frente a Junqueras. De momento, este nombre todavía no se ha hecho público, mientras el expresidente continúa con su gira por todo Catalunya para escuchar la militancia y ya ha anunciado la fecha en que presentará públicamente su proyecto.