Pedro Sánchez tenía esta semana dos pruebas de fuego a superar: aprobar el paquete fiscal y rubricar el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea. En paralelo, Alberto Núñez Feijóo tenía dos frentes de desgaste en la Moncloa: la plasmación de la debilidad parlamentaria del Gobierno y las reticencias iniciales del Partido Popular Europeo con respecto al salto a Bruselas de la actual ministra para la Transición Ecológica. La pugna en las dos arenas estaba clara. Pero el martes a las diez menos cuarto de la mañana se añadió una tercera variable: el juez Ismael Moreno citaba a declarar a Víctor de Aldama dos días después ante la voluntad del empresario de responder todas las preguntas. Y la irrupción del comisionista del caso Koldo a escena lo ha acabado eclipsando todo. Al PP le sirve para intentar ocultar que Sánchez ha salido reforzado tanto en el Congreso de los Diputados como en el Parlamento Europeo, mientras que los socialistas ven con resignación que la fructífera (y exhausta) negociación ha acabado en un segundo plano. Sin ir más lejos, las portadas del viernes ponían más la lupa en Aldama que en la votación en la cámara baja. De rebote, la negligente gestión de Carlos Mazón de la DANA que ha provocado a 220 muertos en el País Valencià y su mínima asunción de responsabilidades ha quedado informativamente disimulada.
🎥 VÍDEO | Los momentos clave de la declaración de Víctor de Aldama ante el juez
Ahora bien, aunque las dos horas de declaración de Víctor de Aldama apuntando contra Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, ministros del Gobierno y dirigentes del PSOE son el único palo de triunfo que puede abanderar el PP, su respuesta ha sido tibia: hacer sobrevolar una hipotética (e inviable) moción de censura y seguir exigiendo explicaciones a la Moncloa. Ningún otro movimiento. “Toca actuar”, afirmaba Alberto Núñez Feijóo el jueves al mediodía en el Congreso en una declaración sin preguntas. Y su actuación se limitó a alargar la mano a los “socios” del PSOE para hacer caer a Sánchez sin más concreciones. Hablaba de una moción de censura, pero los números no dan, Génova deja claro que no serán proactivos para evitar poner en evidencia una derrota y los partidos seducidos se han apresurado a quitarle hierro. “Sigue siendo una fantasía, no estamos casados ni con uno ni con otro, sino comprometidos con Catalunya”, subrayó el secretario general de Junts, Jordi Turull. “No perderemos ni un segundo a valorar, responder o participar debates de estas propuestas, son un debate retórico y semántico, pero que no tienen contenido de fondo”, respondió el portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Díez, en una entrevista en Onda Vasca.
¿Qué explicó Víctor de Aldama? El empresario empezó a tirar de la manta señalando varios cargos del PSOE y, poco después, consiguió que el juez lo dejara en libertad. Aseguró que la foto entre él y Pedro Sánchez en febrero del 2019 no fue “fortuita”, sino que el presidente español le quería agradecer unas gestiones que había hecho en México: “El presidente quería conocerme y hablar conmigo”. «Gracias por lo que estás haciendo, me tienen informado», le habría dicho. Además, señaló que fue Sánchez quien habría decidido que Koldo García se convirtiera en asesor de José Luis Ábalos. Más cosas. El viaje de Delcy Rodríguez estaba “organizado” y se produjo porque se prometió a la vicepresidenta de Venezuela que “no habría absolutamente ningún problema”. Incluso se habría planificado una cena con ella y Pedro Sánchez, Fernando Grande-Marlaska, María Jesús Montero, Salvador Illa y Teresa Ribera. El otro gran capítulo de la declaración fue el dinero que presuntamente se habría entregado a Santos Cerdán (15.000 euros), a José Luis Ábalos (250.000 euros) y a Koldo García (100.000 euros). Además, afirmó que “obviamente” que Pedro Sánchez sabía que él estaba interviniendo al rescate de Air Europa y que se ha reunido “personalmente en varias ocasiones” con Teresa Ribera. La reacción de todos los cargos socialistas fue demandar a Aldama por atentar contra su “honor”.
👤 Quién es Víctor de Aldama, el comisionista del caso Koldo que ahora implica a Pedro Sánchez
Al día siguiente de la declaración de Aldama, todas las voces del PP que se pronunciaron sobre la cuestión fueron en la misma línea: el Gobierno tiene que dar explicaciones, pero el PP no se plantea mover ninguna ficha. “El caso ya está siendo investigado en la Audiencia Nacional, por lo tanto, las actuaciones judiciales ya están en marcha”, esgrimió Miguel Tellado. El portavoz del PP en el Congreso argumentó en una entrevista en Antena 3 que la “única realidad” es que el presidente español era “como mínimo conocedor” y “tendría que dar todo tipo de explicaciones cuanto antes mejor”. Para el portavoz del PP, Borja Sémper, lo “primero” que tienen que hacer los populares es “pedir explicaciones al Gobierno” desde una oposición “responsable y constructiva”. En una entrevista en Telecinco, justificó que el relato de Aldama “interpela directamente” al presidente español. Y en Telemadrid, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, preguntó a los socios habituales del PSOE si están “dispuestos a seguir dando apoyo a tanta corrupción”.
“Todo lo que ha dicho es categóricamente falso y su estrategia de defensa es la mentira”
“Menuda inventada”. Fue la reacción de Pedro Sánchez al ser preguntado por la declaración de Víctor de Aldama. El presidente español cargó contra los “inventos” y “mentiras” del comisionista del caso Koldo, no dio “ningún crédito” a las declaraciones de uno “presunto delincuente” que catalogó de “personaje” y lo retó a “probar las acusaciones e insinuaciones”. Horas más tarde, el mismo Aldama le respondió después de salir de la prisión: “Que no se preocupe el señor Sánchez, que tendrá pruebas de todo lo que se ha dicho”. Pero el líder socialista no había mostrado ninguna preocupación: “Todo lo que ha dicho es categóricamente falso, su estrategia de defensa es la mentira”.
En una atención a los medios en el patio del Congreso, también tuvo tiempo para presumir de las victorias parlamentarias y para aprovechar para tirar un dardo en el PP: “La debilidad parlamentaria es la de aquellas formaciones que no son capaces de construir mayorías”. Asimismo, reivindicó que su ejecutivo está construyendo mayorías parlamentarias “sistemáticamente en todos los grandes debates”. También quiso celebrar el segundo triunfo de la semana y agradeció la “altura de miras” a los partidos que pertenecen a la familia del Partido Popular Europeo que, a diferencia de Feijóo, avalaron el nombramiento de Teresa Ribera. “No se puede defender la gestión de Carlos Mazón a costa de todos, de los intereses de España y del bloqueo de la formación del gobierno europeo”, lanzó Sánchez al líder del PP.
Sánchez salva el paquete fiscal in extremis con tres acuerdos paralelos y el Parlamento Europeo avala a Ribera
Fuera de los tribunales, la semana ha sido exitosa para Pedro Sánchez. Pero los dos triunfos políticos quedan disimulados por la explosiva declaración de Víctor de Aldama. Primero, el miércoles por la tarde, el PP Europeo confirmó la luz verde a Teresa Ribera como nueva vicepresidenta de Transición Limpia y Competencia de la Comisión Europea y desoyó así la demanda de Feijóo de hacerla caer para que el gobierno comunitario esté “libre de sospecha”. “La Comisión Europea no puede ser el escondite de los problemas políticos y quizás judiciales de la candidata del Gobierno”, esgrimió hace diez días. Pero su propia familia política en Bruselas lo ha acabado desautorizando.
Al día siguiente, en una nueva jornada incierta en el Congreso de los Diputados, el PSOE también selló la luz verde al paquete fiscal que hacía días que había puesto encima de la mesa. El impuesto a las energéticas era el principal escollo y los socialistas consiguieron la cuadratura del círculo con un acuerdo con ERC, Bildu y el BNG el lunes a última hora y un pacto con Podemos el jueves poco antes de la votación definitiva. Los dos compromisos (que incluían prorrogar el impuesto a las energéticas con bonificaciones para las empresas que descarbonicen) se sumaban a la alianza entre el PSOE y Junts para construir una tricefalia que se pondrá a prueba próximamente. El siguiente examen será la traducción de los tres acuerdos en un texto que contente a todos los socios. El primer reto será la comisión negociadora que sentará a todas las formaciones en la misma mesa.
La irrupción de Aldama saca el foco de Carlos Mazón
La consecuencia directa de todo es que la agenda informativa no mira tanto hacia el País Valencià. I Carlos Mazón respira un poco aliviado después de que esta semana también haya sido la que el presidente valenciano ha reestructurado su gobierno (con los ceses, tres semanas después, de las dos conselleres más polémicas de la DANA, la de Interior y la de Turismo), haya confiado la reconstrucción a dos militares (una estrategia que Feijóo avala) y haya adjudicado contratos millonarios a empresas vinculadas a la corrupción del PP. Además, se ha sabido que durante la comida de tres horas con la periodista Maribel Vilaplana el día del temporal no hablaron sobre la DANA. Nuevas decisiones y revelaciones que cuestionan un poco más el papel de Mazón. Así que en Génova, que ha decidido cerrar filas con el presidente valenciano (Feijóo lo animó a “seguir dando la cara”), a pesar de advertirlo repetidamente de que “ya no puede haber equivocaciones”, también le interesa que se hable menos del País Valencià, de las maniobras de la Generalitat Valenciana y de las nuevas evidencias sobre la negligente actuación de Mazón. Y agitar la corrupción que “acorrala” al PSOE es la mejor fórmula que pueden aplicar los populares para distraer la atención.
El PP se afana por volver a poner la lupa en el caso Koldo desde el Senado
Más allá de la declaración de Víctor de Aldama, que traerá cola, el PP ya se había propuesto volver a situar a la palestra el caso Koldo. Con este objetivo, los populares anunciaron el martes por la tarde que tres ministros del Gobierno tendrán que pasar esta próxima semana por la comisión de investigación de la cámara alta. La comisión ha seguido citando comparecientes alejados del foco mediático, pero el PP quiere ahora dirigir allí todas las miradas. El martes irá María Jesús Montero (vicepresidenta primera y ministra de Hacienda) y el jueves, Ángel Víctor Torres (expresidente de las Canarias y actual ministro de Política Territorial) y Óscar Puente (ministro de Transportes y quien impulsó una auditoría interna que acabó con el cese de dos altos cargos). Además, el viernes será el turno de Cristina Álvarez (la asesora de la Moncloa que hizo gestiones a favor de la cátedra de Begoña Gómez) y Javier Hidalgo (ex CEO de Globalia y a quien el Senado no ha conseguido localizar, cosa que obligó a la cámara alta a publicar la notificación en el BOE).
Así pues, a través de la corrupción, el PP quiere poner un velo sobre el paquete fiscal que ha retejido la mayoría de la investidura, sobre el éxito europeo de Pedro Sánchez y sobre la cuestionada y reprobada gestión de la DANA de la Generalitat Valenciana. Y convertirá la declaración de Víctor de Aldama en uno de sus principales arietes de desgaste a la Moncloa. Un dato: entre el jueves y el viernes, el 80% de los tuits publicados o retuiteados por el perfil oficial del PP eran sobre Aldama (25 a 5). Y esta será la tónica de los próximos días. Por cierto, el caso Koldo competirá mediáticamente con otros frentes abiertos: el miércoles Pedro Sánchez comparecerá en el pleno del Congreso para dar explicaciones por la gestión de la DANA y el viernes Alberto González Amador, la pareja de Isabel Díaz Ayuso, declarará en los tribunales como investigado por fraude fiscal. Y el jueves el expresidente del Barça Sandro Rosell expondrá su caso como víctima de la operación Catalunya en la comisión de investigación del Congreso.