La triple alianza entre el PSC, los comuns y el PP en Barcelona fue una maniobra del Estado para evitar un 'mal mayor' para España: un alcalde independentista en la capital de Catalunya. Así lo ha confirmado este lunes el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha celebrado sin problema que la alcaldía de la capital catalana esté ahora en manos del socialista Jaume Collboni. "Ha ganado España", ha manifestado en un desayuno informativo en Madrid, en el que ha asegurado que el objetivo de su partido ha sido "que España vuelva a la centralidad y rompa de una vez la política de bloques donde nos han querido instalar a todos".
"Lo hemos hecho en todas partes, también en Barcelona y Vitoria, sin seguir otros intereses que no sean el sentido de Estado y sin pedir nada a cambio para defender este sentido de Estado", ha dicho Feijóo. En este mismo sentido, ha afirmado que el destino del Ayuntamiento de Barcelona empezó a decidirse en Madrid. Ha explicado que uno de los primeros pasos que dio el PP al día siguiente del 28-M fue "hablar con el PSOE" para ver qué se podía hacer en la capital catalana. "Llamamos a su secretario de organización y le dijimos que estábamos dispuestos a facilitar un gobierno del PSC siempre que no tuviera como socio a un partido soberanista y populista como los comunes; pero, sorprendentemente, nos dijeron que eso no lo llevaban ellos y que teníamos que hablar con el PSC".
Sobre esta misma cuestión, el líder del PP ha querido separar los temas y asegurar que la elección del socialista Collboni como alcalde de Barcelona no tiene nada que ver con la situación que vive el PSOE en el conjunto del estado español. Porque Pedro Sánchez, a diferencia del nuevo alcalde barcelonés, "está dispuesto a seguir siendo presidente del Gobierno con los votos de los independentistas".
Decálogo de Feijóo: recuperar la sedición y la "independencia" judicial
Paralelamente, en esta misma conferencia, Alberto Núñez-Feijóo ha presentado un decálogo de medidas que adoptará si después del 23-J consigue llegar a La Moncloa. Ha asegurado que uno de sus primeros pasos será recuperar el delito de sedición y aumentar las penas por corrupción, además de remitir al Congreso de los Diputados una nueva ley del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para garantizar "la independencia" de los jueces, magistrados y fiscales. También se ha comprometido a revisar "una a una" las leyes donde el voto de Bildu ha sido decisivo para aprobarlas durante el mandato de Pedro Sánchez.
En segundo lugar, ha prometido una reducción de los ministerios y una auditoría de la administración. Ha puesto también sobre la mesa una rebaja de impuestos, empezando por el IRPF a las rentas medias y bajas. Feijóo también ha afirmado que "la lucha por la igualdad y contra la violencia de género" será "una política transversal y alejada del partidismo". También ha prometido que convocará una conferencia de presidentes para fijar un calendario de trabajo sobre fondos europeos, políticas de agua y financiación autonómica, y situará como prioridad de Estado la presidencia española del Consejo Europeo.