El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, tiene menos de una semana para conseguir los apoyos necesarios para convertirse en presidente del Gobierno. Los números, hoy por hoy, no suman, ya que con el apoyo de Vox, Coalición Canaria y UPN se encuentra a una distancia de cuatro diputados de la mayoría absoluta, y por eso, en un intento desesperado por rascar votos y aprovechando las críticas de antiguos dirigentes del PSOE, Feijóo ha decidido que llamará a Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha y el único barón socialista en activo que se ha mostrado crítico ante la posibilidad de pactar una amnistía con el independentismo a cambio de investir a Pedro Sánchez. Fuentes próximas a Page han afirmado que este responderá a la llamada, pero que le remitirá a Sánchez en todo aquello que tenga que ver con la investidura.
La llamada se enmarca en la ronda de contactos de Feijóo con los presidentes autonómicos de cara al debate de investidura, que tendrá lugar los próximos 26 y 27 de septiembre. El popular ya ha hablado con el andaluz Juanma Moreno, la cántabra, María José Sáenz de Buruaga y el valenciano Carlos Mazón, todos de su partido. Sin embargo, Feijóo ha decidido comunicarse con Page después de que Pedro Sánchez afirmara este miércoles por la noche desde Nueva York que el procés nunca se tendría que haber judicializado y que será "coherente" con la "política de normalización" que ha llevado a cabo en Catalunya. Una afirmación con la cual el líder socialista abría la puerta a la amnistía.
Ante estas palabras, Feijóo ha acusado a Sánchez de cometer un "fraude electoral agravado y reincidente", recordando que antes de las elecciones afirmaba que se tenía que poner "los fugados a disposición de la justicia" y que la amnistía no tenía cabida en la Constitución. Por todo eso, el líder popular ha defendido que ahora, su investidura es "absolutamente imprescindible", porque el suyo es el único proyecto que puede evitar la amnistía, que considera una "infamia". Además, el líder del PP ha celebrado que hay "muchos socialistas se atreven a hablar por primera vez", en referencia a las duras críticas de los exlíderes socialistas Felipe González y Alfonso Guerra, pero también de Page, de que denunció que una ley de amnistía no tiene "base moral" porque le darían apoyo los "propios beneficiarios". "No se puede formar un gobierno de España a cualquier precio", remachó el presidente castellanomanchego.
Feijóo quiere aprovechar este resquicio para intentar hacerse con el apoyo de cuatro socialistas críticos con Sánchez, pero una cosa son las opiniones, y otra la lealtad al partido. Fuentes próximas a Page han explicado que este responderá a Feijóo "por cortesía y para hablar de Castilla-La Mancha", pero que no es ningún "interlocutor para negociar o hablar sobre la amnistía" y, por lo tanto, en todo aquello relacionado con esta cuestión le remitirá a Pedro Sánchez, como secretario general del partido. "Una cosa es fijar nuestra posición como gobierno y otra muy diferente es entrar en cuestiones que le competen al Parlamento de la nación", ha señalado Page.