Alberto Núñez Feijóo ya ha dado el paso para presidir del Partido Popular, en una carrera en la que de momento no tiene contrincante. Y el presidente de la Xunta de Galicia ha empezado a hablar en clave española, no sólo gallega. Hoy lo ha hecho para marcar una línea de separación entre el PP y la extrema derecha de Vox, una frontera que a menudo se ha visto difuminada con Pablo Casado. El candidato a coger las riendas del partido se ha desmarcado claramente. En cambio, se ha abierto a llegar a pactos de Estado con el gobierno de Pedro Sánchez. Habrá que ver cuál es la consistencia de estos posicionamientos en el futuro.
En una entrevista en la cadena COPE este jueves, Núñez Feijóo se ha desmarcado claramente en plena negociación de gobierno en Castilla y León: "Yo no comparto el discurso de Vox. El PP nunca ha sido un partido antiautonomista, ni un partido euroescéptico, ni un partido populista". Y ha remachado en este sentido: "Mi partido es el PP. Y Vox no es el PP; ni el de ahora, ni el de antes, ni el de nunca". Por eso, el dirigente gallego ha defendido que hay que "combatir" a la formación de Santiago Abascal explicando a los votantes cuál es el proyecto de los populares y convenciéndolos de que es la alternativa a un gobierno del PSOE, del "populismo" y del independentismo.
En cambio, el presidenciable del PP se ha abierto a posibles pactos de Estado con el actual Gobierno sobre cuestiones "importantes" para España, unos pactos que tienen que ser "europeistas, atlantistas y constitucionales". En esta línea, el actual presidente de la Xunta de Galicia ha asegurado que el PP está "obligado a escuchar y responder" las propuestas que le lleguen.
Elevado por los barones territoriales del PP y por el mismo Pablo Casado, el dirigente gallego se prepara para tomar las riendas del partido. Durante la entrevista ha admitido que la formación hasta ahora "ha cometido algunos errores". Ha cometido "errores de unidad" y también "interferencias" y "desconsideraciones" en las comunidades autónomas que ha acabado provocando una "implosión". Frente a esto, ha defendido que los populares tienen una estructura autonómica y que Génova tiene que "aceptarla y no menoscabarla".
Se ha hecho esperar una semana, desde la reunión con los barones en Génova que fijó la convocatoria de un congreso extraordinario. Ha querido ser muy escrupuloso con los procedimientos internos. Ya ha dado el paso y ya está está convocado el XX Congreso del PP, que tendrá lugar los días 1 y 2 de abril en la ciudad de Sevilla. Ahora habrá que ver si es una candidatura unitaria o le sale algún rival, ciertamente con pocas opciones.