El Partido Popular pone el dedo en la herida y se recrea en la decisión del Tribunal Supremo de no aplicar la ley de amnistía: no levanta las órdenes de detención contra Carles Puigdemont, Toni Comín y Lluís Puig y mantiene las inhabilitaciones de Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva y Dolors Bassa. “Pedro Sánchez ha engañado a Puigdemont y él se ha dejado engañar”: es la lectura que hace Alberto Núñez Feijóo del revés del Alto Tribunal al independentismo. “Si engañase al señor Puigdemont diciendo que vamos a hacer una ley de amnistía como la que ha hecho Sánchez, a lo mejor yo sería presidente del Gobierno”, ha añadido.
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En una entrevista en Onda Cero, ha esgrimido que “el ordenamiento jurídico es el que es, la Constitución Española no ha sido modificada, y el legislativo no puede hacer una ley que choca contra la Constitución y contra los tratados europeos”. Asimismo, ha considerado que la ley es una “chapuza legal”, que está “mal redactada”, que “sigue presentando grandes dudas” y con la que “los beneficiarios parece ser que van a tener que esperar y no se les va a aplicar en algunos delitos”. “Lo planteamos desde el principio, no solo nos parece que esa decisión es inmoral, sino que nos parece que es ilegal”, ha concluido.
Una de las maniobras que sigue pendiente de activarse por parte del PP es el recurso de inconstitucionalidad que Génova ha confirmado que presentará al TC. Feijóo ha dejado claro que hace tiempo que los populares decidieron “agotar el plazo”. “¿Por qué nos vamos a precipitar si tenemos noventa días para hacerlo?”, ha añadido el presidente del PP. Los populares hacen hincapié en que el Supremo “viene a orientar que es lo que entiende que no se puede aplicar” y consideran que, viendo que “en la malversación no es aplicable”, le queda la desobediencia y otras conductas reflejadas en la ley.
“Tenemos dificultades para aceptar la imparcialidad del TC”
Eso sí, Alberto Núñez Feijóo ha reconocido que en el PP tienen “dificultades para aceptar la imparcialidad” del Tribunal Constitucional, que está “trufado” de dos excargos del Gobierno, lo que considera que es “absolutamente inmoral”. Se refería a Juan Carlos Campo, ministro de Justicia entre 2020 y 2021, y a Laura Díez, directora general de Asuntos Constitucionales y Coordinación Jurídica del Ministerio de la Presidencia de 2020 a 2022. Feijóo ha reclamado a Pedro Sánchez que pida su dimisión como “primera decisión de regeneración”. Además, el líder del PP ha justificado que él intenta “respetar a las instituciones”, pero ha confesado que tampoco le “tranquilizan” los “antecedentes” del presidente del tribunal de garantías, Cándido Conde-Pumpido, que fue fiscal general del Estado con José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa. “No se lo oculto, es lo que es, es lo que hay, pero nuestra obligación es recurrir la ley, por supuesto”, ha remachado.
La reacción del PSOE a estas declaraciones no se ha hecho esperar. Fuentes socialistas consideran que las palabras de Feijóo son “intolerables”, “fuera de lugar” e “impropias de un jefe de la oposición de un país de la Unión Europea”. “La anomalía política que representa el Partido Popular español respecto a sus homólogos europeos le vuelve a poner más cerca de la ultraderecha que de los conservadores del continente”, añaden las mismas voces. Poco después, el PP ha vuelto a la carga reiterando sus “dudas” a la “imparcialidad” del TC. “Sánchez quiere que el TC y la Fiscalía actúen pensando en sus necesidades políticas de forma sistemática”, arguyen fuentes populares, que insisten que recurrirá la ley de amnistía “no por confianza en la imparcialidad de los integrantes” del TC, sino “por respeto a la propia institución”.