Después de los excelentes resultados del 28-M, la gran patata caliente que tiene Alberto Núñez Feijóo a la vista es cómo hacer convivir la obligación de negociar con Vox para llevarse gobiernos autonómicos y municipales, con la necesidad de hacer campaña para las elecciones estatales del 23 de julio. El líder del PP ha lanzado la primera ofensiva para conseguir gobiernos monocolor, tal y como están planteando sus barones territoriales: "Si ha ganado el Partido Popular claramente, que nadie interrumpa lo que sale de las urnas". De esta manera, ha pedido a Vox que no ponga problemas para "derogar el sanchismo". "Si Vox quiere derogar el sanchismo, está en disposición de facilitarlo", ha asegurado en una entrevista a Telecinco. "Hemos conseguido mayoría absoluta en Andalucía, Madrid y la Rioja, y hemos ganado claramente en la Comunidad Valenciana, Aragón y las Baleares. Que nadie interrumpa este cambio y espero que Vox no dé sus votos a la izquierda". De esta manera, Feijóo pone presión a Santiago Abascal para que facilite gobiernos en solitario del PP.
Por descontado, Feijóo apuesta por dejar gobernar a la lista más votada y eso, inevitablemente, implica que el PSOE tendría que abstenerse para hacer prescindibles los votos de Vox. Aunque fuera a cambio de perder Extremadura, donde los socialistas ganaron las elecciones, pero el PP puede articular con Vox una mayoría alternativa. Ante la negativa del PSOE a la petición, Feijóo se ve "legitimado" para hablar con la extrema derecha: "Si el PSOE no quiere sentarse a hablar conmigo, yo quedo legitimado para hablar con los demás".
De cara al 23 de julio, Núñez Feijóo ha vuelto a cargar contra la fecha escogida para las elecciones generales: "Lo más lógico habría sido hacerlas el mismo día que las autonómicas, nos habríamos ahorrado mucho dinero". En este punto ha seguido y ha considerado "inaudito" que se abran las urnas en unas fechas en las que algunas comunidades hay temperaturas demasiado altas y que coincide con el puente festivo de Santiago. Eso quiere decir que el martes 25 de julio, dos días después de las elecciones, será festivo en Galicia, Castilla y León, Euskadi y Navarra.
Vox quiere tocar poder
Tal y como pasó con el gobierno de Castilla y León, Vox se inclina por entrar en los ejecutivos autonómicos y municipales después de obtener muchos buenos resultados. "Los números son los números", ha recalcado al vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, este jueves en Televisión Española. El dirigente ultra cree que tienen que estar para "controlar" y "exigir" la confianza que la ciudadanía les ha depositado. "Tenemos la experiencia, por desgracia, que cuando no hemos estado en el gobierno y hemos cerrado pactos de investidura o pactos anual de presupuestos con el Partido Popular no hemos tenido la capacidad de exigirlo" y, como resultado, "el PP no ha hecho aquello que se había firmado en los pactos", ha recordado.