Isabel Díaz Ayuso va por libre, también bajo el nuevo liderazgo de Feijóo. Ya lo demostró durante la época de Pablo Casado al frente del PP y con el relevo de presidentes la cosa no ha cambiado, aunque parecía que después de sacarse de encima a su peor enemigo, Teodoro García Egea, Ayuso podría empezar una etapa más tranquila y alineada con la "moderación" de Feijóo, aunque esta se ha ido al garete con la ruptura de las negociaciones por|para la negociación del Consejo General del Poder Judicial. Las últimas palabras de Ayuso, muy duras contra los socialistas y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han encendido todas las alarmas del gallego, que aunque ha querido mantener un silencio en público y ha rechazado valorar las declaraciones de la presidenta, las contundentes reflexiones de la madrileña han caído como una jarro de agua fría al presidente del partido, que es incapaz de controlarla.
En una entrevista a El Programa de Ana Rosa, Ayuso descargó como nunca contra Sánchez: lo acusó de preparar un golpe de estado contra Felipe VI para instaurar la república, de querer cerrar en la prisión los partidos de la oposición "como a Nicaragua" y de convertirse en el Le Pen de la izquierda española. Unas palabras que evidentemente contrastan y de lleno con la voluntad de Feijóo de llevar a cabo una oposición responsable, aunque todavía no la ha ejercido. Con estas palabras, Ayuso volvía a marcar la agenda del partido, y obligaba a su presidente a posicionar mientras desde el PSOE aseguraban que estas palabras eran intolerables, las tildaron de "ayusadas", y pedían a Feijóo que la desautorizas. Eso no ha acabado sucediendo en público, ya que desde su visita a países de la América Latina, donde los conservadores han pasado de dominar el continente a la oposición, el líder del PP se limitó a decir que "tensionar y crispar nunca da resultado".
Ayuso, una presidenta sin autocontrol
Aunque esta era la posición pública de Feijóo, en privado habría estado mucho más crítico con la presidenta madrileña. Según explica El Confidencial, fondo próximo al líder del partido aseguran que estas palabras no le han gustado nada, ya que cree que el hecho de poner en duda el sistema democrático español es una locura. Para ellos, este tipo de ataques injustificados que no responden a una situación real en España hacen que la estrategia de Feijóo de presentarse ante los españoles como un candidato moderado, y que les ha dado, al menos hasta ahora, buenos resultados a las encuestas.
Esta es una visión compartida entre el resto de barones populares, que han intentado esquivar la polémica, pero coinciden en el hecho de que su compañera madrileña todavía es incapaz de medir la dimensión de sus palabras y sigue yendo a la suya. Para|Por ellos, este comportamiento, un punto infantil, se debe a la necesidad de Ayuso de conseguir una mayoría absoluta en las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo, que según las encuestas estaría rozando, pero todavía no conseguiría. Esta mayoría absoluta implica la necesidad de sumar votos procedentes de Vox, como hizo Juanma Moreno en Andalucía. Para ella, la victoria de su compañero, que es visto como mucho es moderado que Ayuso, supone un reto que quiere superar. Con todo, las encuestas muestran que está en un buen momento, casi más popular que nunca, y fregando este objetivo. De hecho, desde el partido creen que esta mayoría absoluta será una realidad el mes de mayo y no entienden por qué tiene que hacer estas declaraciones polémicas que quizás a ella la llegan a beneficiar, pero no gustan nada al conjunto del partido.