El expresidente del Gobierno español Felipe González, se ha mostrado alarmado por los possibles encarcelamientos de mañana, de los políticos catalanes que comparecerán ante el juez Pablo Llarena. González ha deseado que el candidato a la presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, no ingrese en prisión, ni tampoco los otros dirigentes independentistas citados por el juez del Tribunal Supremo, porque considera que el independentismo no tiene que ser “destruido”. “Si ellos violan la ley, nosotros tenemos que ser exquisitamente garantistas”, ha dicho González.
“Ojalá no se le ocurra meter en la cárcel a ninguno de ellos“, ha exclamado el expresidente socialista aludiendo a Carme Forcadell, Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa, Marta Rovira y Turull, y ha admitido que “es difícil decir esto” durante su participación en la presentación del libro de Joaquín Almunia, Ganar el futuro, este jueves en Madrid.
“Ya sé que nado a contracorriente“, ha añadido González alertando de la “judicialización de la política” que ha extendido, más allá de la situación en Cataluña, a otros países poniendo el ejemplo de Brasil, señalando que su consecuencia es la “degradación” del sistema político. “Hemos judicializado la política porque como políticos somos inútiles e intentamos que nos lo resuelva alguien, y cuando entregamos la responsabilidad a los jueces, estamos recibiendo la inevitable politización de la justicia”, ha explicado.