"Me siento frustrado, como si me hubieran engañado". Con estas palabras, el expresidente del Gobierno Felipe González ha cargado duro contra el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, porque, según él, tres días después de las últimas elecciones, el 29 de junio, habló con él –solo lo ha hecho una vez más desde entonces– y le dijo "que pasaba a la oposición, que no intentaría ningún gobierno alternativo y que votaría primero en contra del PP, pero en la segunda votación se abstendría para facilitar un gobierno popular".
Lamentándose de que "no solo me siento engañado, sino que no entiendo las razones de este cambio" porque "lo que era lógico hace tres meses, ahora no lo es", el expresidente ha emplazado a Sánchez en la Cadena Ser a "no faltarle el respeto a ocho millones de españoles" que votaron a favor de Mariano Rajoy, y le ha tirado en cara que "un partido no debería estar metido en problemas internos mientras que un país necesita resolver la formación de gobierno".
Por todo esto, González ha confesado –otra vez– que "mi problema con Sánchez es que no sé cuál es la estrategia a parte del bucle". También, a pesar de haber defendido que "cuando hay una situación de crisis, no hay una sola persona responsable", ha trasladado al secretario general del PSOE que "conmigo no tiene responsabilidad, pero sí de dar la cara ante la gente".
Asumir la responsabilidad...
Bajo la premisa de que "alguien tendrá que asumir la responsabilidad por ir de derrota en derrota", y reconociendo que "el 20-D sacamos el peor resultado de la historia, el 26-J otra vez y este domingo otra vez, nunca hemos sacado peor resultado en la CAV, a pesar de las cosas que hicimos", González ha vuelto a atacar a Sánchez por estar "peleando para ser un poco más grande que Podemos", pero también ha cargado contra los de Pablo Iglesias porque Podemos también pelea para ser "más grande que el PSOE, cuando en realidad lo que tienen que ser es la alternativa al PP".
Precisamente por esto, el expresidente español ha instado al actuar líder del PSOE a "primero reconocer la derrota" porque "nunca hemos tenido peor resultado en el País Vasco y Galicia" y se ha cuestionado si "en algún momento alguien de la dirección del partido se va a reunir para ofrecer una alternativa y no discutir del sorpasso".
...de un gobierno a disgusto...
Y es que a su parecer, "el gobierno que se forme, no será el gobierno que nos guste" porque, entre otras cosas, "hemos sacado 85 diputados". Ahora, ha considerado, "estamos ante la decisión de dejarlos que arranquen el gobierno, que tendrá que tener mayorías parlamentarias, y tendrá que construir mayorías sólidas". "No coincido con Sánchez en satanizar al PP", ha subrayado.
Eso sí. González no ha descartado –aún– la posibilidad de gobernar en coalición con Podemos, pero que "tenga anteproyectos y no proyectos" porque, en el segundo caso, ¿de qué gobierno se hablaría de un gobierno que pone a España en cuestión?".
Sin embargo, en caso de que esto no fuera así, el expresidente ha vuelto a salir en defensa de la abstención que facilite un gobierno del PP porque, a su parecer, "cualquiera de los dos que no estuviera en condición de formar gobierno, no debía impedir al otro que lo formara". "Hay que respetar la democracia y felicitar a los que ganan", ha puesto sobre la mesa.
...y de dimitir si toca
"Si el congreso federal lo decide, tendrá que dimitir". Así ha sugerido a Sánchez que si el próximo sábado, el PSOE rechaza su plan de convocar un congreso en diciembre precedido por las primarias que quiere celebrar el próximo 23 de octubre, a aceptar esta resolución.
En este sentido, el expresidente del Gobierno ha lanzado una pregunta al aire: "Yo no podré gobernar, pero impido que los demás gobiernen, pero bueno, ¿esto qué es?".