La fotografía de este martes entre el presidente Carles Puigdemont y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, representa un avance indiscutible de las negociaciones entre los socialistas y Junts per Catalunya para rematar la investidura de Pedro Sánchez, todavía sin fecha fijada en el calendario. Es un paso importante con respecto a la gesticulación pública y, a la vez, un elemento que ha sacudido la jura de la Constitución por parte de la princesa Leonor en el Congreso de los Diputados, el día que cumple 18 años. En este sentido, el expresidente del Gobierno, el socialista Felipe González, preguntado por si estaría dispuesto a fotografiarse con Puigdemont en Bélgica, ha respondido: "¿Por quién me toma?".
No le han hecho mucha falta palabras para evidenciar el enfado que siente por la manera en la que Pedro Sánchez está pilotando las negociaciones con el independentismo catalán y que, si nada se tuerce, acabará con la aprobación de una ley de amnistía. En un primer término, González ha querido evitar bajar al barro y ha contestado a los periodistas que "hoy es el día de Leonor". "Estropearemos un buen día, que hace 37 años que celebramos la jura de Felipe", ha afirmado. Ahora bien, tan pronto como los periodistas le han insistido en la cuestión no se ha podido contener y, en un tono irónico, ha dicho que Cerdán y Puigdemont "quedaron muy apropiados" en la fotografía que se hicieron en el despacho del grupo parlamentario de Junts en el Parlamento Europeo, bajo una fotografía de grandes dimensiones donde se veía una urna del 1 de octubre de 2017. Para rematarlo, le han repreguntado si él se haría esa foto, ha soltado una respuesta corta, pero contundente: "¿Por quién me toma?".
En la misma línea y en relación con los grupos parlamentarios que hoy han plantado a la Casa Real, el expresidente socialista ha asegurado que "ninguno de los ausentes hubieran votado la Constitución hoy", en referencia a Junts, ERC, EH Bildu, PNV, y la mayoría de Sumar.
Vox se abalanza contra el PSOE
A las puertas del Congreso de los Diputados, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha criticado con dureza que el PSOE acudiera a Bélgica para verse con Puigdemont. "Mientras la princesa de Asturias jura la Constitución, padecemos un gobierno en funciones que está dispuesto a pisotearla", ha afirmado Abascal, que ha reprochado al PSOE que definiera como 'presidente' a Carles Puigdemont, "un prófugo de la justicia", y calificando de "anécdota" la estampa de una urna del referéndum del 1-O que presidía la sala donde se reunieron.
"Me pareció una anécdota, pero una nueva prueba de la humillación, el problema no es que el PSOE se humille delante de Puigdemont, que es una cosa que francamente a nosotros nos importa un comino. El problema es que el PSOE pretende humillar a España y humillar a las instituciones", ha criticado Abascal.