"España vive una pulsión destructiva contra la unidad de todos", ha afirmado el expresidente español Felipe González. Así, el exdirigente socialista se ha mostrado rotundamente contrario a la aparición de partidos provinciales y ha pedido volver a una "España unitaria". ¡Las palabras de González han resonado con fuerza después de que tres de estas formaciones, Sòria Ja!, Unión del Pueblo Leonés y Por Ávila, hayan obtenido representación en las cortes de Castilla y León el pasado 13-F. Además, el fenómeno de los partidos provinciales no es exclusivo de Castilla y León, sino que también se extiende por todo el territorio español. "Acabemos con esta broma, volvamos a la España unitaria", ha reivindicado el expresidente en el coloquio 'fue posible el pacto', al lado de los ponentes de la Constitución como Miquel Roca, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.
Por otra parte, el expresidente español del PSOE ha señalado que "algunos han utilizado el modelo de descentralización como una oportunidad política", pero no ha dado nombres. "La descentralización que emana de este pacto (la Constitución), hay gente que la ha interpretado como la centrifugación del poder, con sus manifestaciones más ásperas contra la unidad de todos," ha declarado. No obstante, en contraposición a las formaciones provinciales, ha dedicado unas palabras a los movimientos políticos centralizadores que quieren capitalizar el poder. "Ha surgido un discurso a favor de una pasión centralizadora que busca una España de capitanes generales", ha indicado.
Con respecto al debate sobre si hay que reformar o no la Constitución, González se ha mostrado partidario, pero cree que se tendría que hacer con mucho cuidado para evitar que se ataquen mecanismos de defensa como el artículo 155, ha declarado en referencia a Catalunya. En este sentido, González ha abogado por no demonizar el artículo 155 porque es la manera de responder a una crisis como la declaración unilateral de independencia. Así pues, una reforma de la Carta Magna, a juicio del exdirigente socialista, requiere, por un lado, de un "pacto de convivencia social" y, por el otro, de "lealtad institucional" en el cumplimiento de la ley. En esta línea, el expresidente español ha remarcado que "hay cosas" posibles para modificar en la Carta Magna, aunque, según él, los errores en el funcionamiento del Estado se deben a una "mala interpretación" del texto constitucional provocada por la "deslealtad".
Con todo, al expresidente socialista se ha mostrado preocupado por el "sentimiento de demolición" contra el "régimen del 78" que hizo posible la Transición. "Tratábamos de ordenar la convivencia entre los españoles, si bien no solo había diversidad de sentimientos, sino además pluralismo político". Finalmente, González ha recordado que, después de la Dictadura, había una voluntad "previa" de consenso a pesar de las contradicciones entre los diferentes actores políticos que, no obstante, unieron fuerzas para conseguir una "necesidad histórica" que no tenía nada a ver, ha añadido, con la "historia de enfrentamiento" heredada de la Guerra Civil Española.