El expresidente del Gobierno Felipe González se ha pronunciado en contra del preacuerdo entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat, y ha asegurado que se siente "muy cerca" de la posición que sostienen dirigentes socialistas críticos, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, o el líder socialista en Aragón, Javier Lambán. "Me siento muy, muy cerca de García Page, de Lambán, de Gallardo en Extremadura y de algunos otros dirigentes. Muy, muy cerca y muy solidario", ha dicho en declaraciones a EFE después de ser preguntado por esta cuestión. La posición del expresidente no es ninguna sorpresa, ya que en los últimos años ha sido muy crítico con la acción del presidente español, Pedro Sánchez, en relación con Catalunya y se ha mostrado especialmente beligerante contra la ley de amnistía.
García-Page fue de los primeros a calificar el preacuerdo de "grave atentado contra la igualdad", y se mostró especialmente indignado con el nuevo modelo de financiación propuesta. Haciéndose eco de los argumentos del PP, acusó a los republicanos de "querer quedarse con el dinero de todos" (los españoles) y de romper la Constitución. Este miércoles ha insistido en esta postura, y ha acusado a ERC de no hacer políticas de izquierdas e intentar "romper España". "Lo que plantea ERC es una fábrica de alimentar la extrema derecha en España", ha lamentado. Con todo, el castellanomanchego se ha mostrado esperanzado que el contenido del pacto no se haga realidad. "Confío sinceramente en que mi partido no lo tolere", ha dicho. Así, ha pedido hacer posible la investidura de Salvador Illa "sin que el coste, el sacrificio y la resignación lo tengan que pagar el resto de territorios de España". Pocas horas después, sin embargo, Sánchez ha roto sus deseos cuando ha calificado de "magnífico" y "bueno para Catalunya y España" el preacuerdo con ERC. Además, ha recordado que la ejecutiva federal del PSOE dio apoyo al preacuerdo este martes.
Javier Lambán, otro crítico habitual contra el ejecutivo de Sánchez, tildó el acuerdo de "inadmisible" este martes y lo consideró "una ruptura brutal de la igualdad entre todos los españoles". En las últimas horas, otros barones socialistas se han sumado a las críticas. El líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, ha asegurado que no "tolerará ni defenderá un sistema singular que perjudique los intereses" de su comunidad. "No podemos coser la unidad territorial de este país por un lado descosiéndola por el otro", ha advertido. El extremeño Miguel Ángel Gallardo ha dicho que se posicionará "radicalmente en contra" si el acuerdo supone romper el principio de igualdad entre españoles. "Los territorios no tributan, tributan los españoles y la solidaridad no la ejerce una comunidad sobre otra", ha señalado. El andaluz Juan Espadas, también ha avisado que no permitirá "ni agravios ni privilegios" que perjudiquen a Andalucía y ha reclamado que en este nuevo escenario, su comunidad tenga "las mismas condiciones que pueda tener Catalunya". Más moderado ha sido el secretario general del PSOE madrileño, Juan Lobato, que ha reconocido que el pacto "no es el ideal".