El funeral de Constantino, último rey de Grecia y hermano de la reina Sofía ha reunido casi en el completo la familia real española, aunque no ha permitido una fotografía de Felipe VI y Juan Carlos I, como sí pasó, por sorpresa, en el funeral de Isabel II. Mientras Juan Carlos y Sofía se han sentado en segunda fila, por detrás de los hijos del difunto Constantino, al lado de la hermana de la emérita, la princesa Irene; Felipe y Letizia se han colocado al otro lado del ataúd, junto con el resto de representantes de las casas reales europeas. Aunque Constantino dejó de ser rey hace décadas, cuando se proclamó la república griega y se exilió, mantenía buena relación con el resto de monarquías del continente, que han asistido a este funeral. Con todo, no se ha tratado de una ceremonia de Estado, sino de un acto privado, tal como ha decidido el gobierno griego. De esta manera, Felipe y Letizia han evitado repetir la imagen que se vivió en el funeral de Isabel II, cuando se sentaron los cuatro reyes españoles juntos,algo que hacía muchos años que no se daba y que provocó el gesto de incomodidad de la actual reina durante todo el acto.
Juan Carlos ha llegado acompañado de su mujer, Sofía de Grecia, que ha sido una de las asistentes más aplaudidas al funeral de su hermano por parte los griegos que se congregaban a fuera de la iglesia Metropolitana de Atenas. Sus compatriotas han coreado su nombre cuando ella, su hermana la princesa Irene y toda la familia Borbón y Grecia, menos Felipe VI y Letizia, llegaban al funeral. Juan Carlos I ha sido acompañado en todo momento por un asistente que también lo ayudó este domingo en la cena que se celebró en motivo del funeral. Las infantas Elena y Cristina han llegado al funeral acompañadas de sus hijos: el polémico Felipe Froilan habría llegado a Grecia con su abuelo desde los Emiratos Árabes. De esta manera, la reunión de la familia ha sido casi al completo, solo han faltado las hijas de Felipe y Letizia: la heredera Leonor se encuentra estudiando en un internado en Gales y su hermana Sofía habría quedado en Madrid, mientras sus primos sí que han querido despedir al hermano de su abuela, con quien tenían una relación próxima. La española ha sido la representación más extensa, por sus estrechos vínculos familiares.
El resto de monarcas europeos
Si el "heredero" de Constantino, su hijo Pablo, ha recibido a la mayoría de invitados desde dentro de la iglesia, cuando han empezado a llegar los monarcas de Europa ha salido en la entrada para agradecerles su presencia. Pau también se ha mostrado muy atento en todo momento con su tía Sofía y su tío Juan Carlos, que se sentaban justo detrás de él en la iglesia. Los primeros monarcas a llegar han sido los de los Países Bajos, acompañados por la princesa Beatriz. Minutos más tarde, ha llegado el príncipe Alberto de Mónaco, en solitario, los reyes Alberto y Matilde de Bélgica y finalmente, Felipe y Letizia, que también han sido recibidos con aplausos. Una vez dentro, las imágenes no han permitido ver si se han saludado con los eméritos ni con las infantas Elena y Cristina, pero sí cómo han hecho un gesto a todos sus sobrinos, sentados unas filas más atrás.
Después de Felipe y Letizia han llegado los reyes de Suecia, los príncipes de Luxemburgo y los herederos de Noruega, Haakon y Mette-Marit. El actual monarca, el rey Haralad, ha sido ingresado en el hospital las últimas semanas y no ha podido asistir. Aunque se esperaba que el príncipe Guillermo de Gales, ahijado del difunto, representas a la familia real británica, finalmente lo ha hecho la princesa Anna, hermana de Carlos III. La última reina a llegar ha sido Maragrita de Dinamarca, cuñada de Constantí, que estaba casado con su hermana Ana María. Esta ha sido aclamada a su llegada a la iglesia Metropolitana de Atenas a las 11:20 de este lunes. Otra de las diferencias con el funeral de Isabel II ha sido el horario: si el de la reina estuvo marcado por una puntualidad británica, este ha empezado con casi media hora de retraso.