Felipe VI ha exigido este martes "serenidad" ante "la atronadora" contienda en la política española y ha instado a los grandes partidos a llegar a acuerdos. En el discurso de Navidad de este año, el rey español ha reivindicado el "consenso", la "concordia" y la vocación de "trabajar por el bien común". En el tradicional monólogo que pronuncia cada 24 de diciembre, el monarca ha reprochado a las distintas administraciones la falta de "coordinación" ante la tragedia de la DANA del País Valencià. En un discurso en el que ha hablado de forma genérica sobre las "dificultades" de que atraviesa la ciudadanía española en materia de vivienda e inmigración, Felipe VI no ha hecho ninguna alusión a Catalunya. Es la segunda vez que pronuncia este discurso de Navidad desde el Palacio Real de Madrid. La primera vez fue en 2015, en el Salón del Trono. Ahora, en el décimo aniversario de su proclamación como jefe del Estado, ha escogido el Salón de Columnas de este mismo palacio. Ha pronunciado el discurso acompañado de las banderas española y europea, así como un facsímil de la Constitución, un árbol de Navidad y un Misterio con el nacimiento de Jesús.

Al lado del rey español también había una fotografía enmarcada en la que aparecen afectados, voluntarios y miembros del ejército después de la DANA que arrasó el País Valencià. De hecho, ha empezado su discurso refiriéndose al "terrible" episodio meteorológico que el pasado 29 de octubre "golpeó València con inusual fuerza". "Las personas que perdieron la vida y los desaparecidos merecen todo nuestro respeto", ha dicho justo antes de reivindicar la "solidaridad" de todas aquellas personas que "abrieron las puertas de su casa" para acoger afectados por el temporal, así como todos los voluntarios que se desplazaron hasta las proximidades de València para echar una mano. "Es un hecho difícil de asumir, pero sacaremos las enseñanzas necesarias que nos fortalezcan como sociedad y nos hagan crecer", ha destacado.

 

Ahora bien, también ha aprovechado, de forma velada, para disparar contra la clase política en esta tragedia. Felipe VI, que fue abucheado y víctima de lanzamiento de barro en Paiporta hace unas semanas junto con Pedro Sánchez, ha aseverado este martes que entiende "la frustración, el dolor, la impaciencia y la demanda de una coordinación mayor y más eficaz entre administraciones". Y ha aprovechado esta cuestión para exigir a los principales partidos rebajar la polarización política: "Estas emociones surgen de la raíz de conciencia del bien común".

"Es responsabilidad de todas las instituciones que esta noción del bien común se siga reflejando con claridad en cualquier discurso o cualquier decisión política", ha señalado Felipe VI justo antes de reivindicar "el consenso en lo esencial" y alabar la Constitución de 1978. Ha instado entonces a los grandes partidos españoles a "proteger dialogando" aquel "pacto de convivencia" que representa la carta magna. "Es necesario que la contienda política, legítima pero a veces atronadora, no impida escuchar la demanda de la serenidad", ha espetado el monarca. Así, ha instado a la clase política a llegar a acuerdos y a consensos, y ha puesto como ejemplo la reforma del artículo 49 de la Constitución; un acuerdo entre PSOE y PP que fue avalado por unanimidad por todas las formaciones políticas del Congreso y del Senado, y así se enterró el concepto "disminuidos" y ahora el texto habla de "personas con discapacidad".

Ninguna alusión a Catalunya y una valoración genérica sobre vivienda e inmigración

En el discurso de este 24 de diciembre, el rey español no se ha referido en ningún momento a Catalunya. Sí que ha abordado —de forma muy genérica— las dificultades que atraviesa la ciudadanía española en materia de vivienda y de "gestión de la inmigración". Aparte de alabar los valores europeos ante un "escenario exterior cada vez más complejo, cambiante y convulso", el rey español se ha solidarizado con aquellos jóvenes que tienen problemas para acceder a una vivienda digna y asequible. "Es importante que los actores implicados reflexionen, se escuchen los unos a los otros, se examinen varias opciones y el diálogo lleve a soluciones que faciliten el acceso a la vivienda en condiciones asumibles".

También se ha referido a la inmigración como un "fenómeno complejo y de gran sensibilidad social que responde a varias causas". "Sin los movimientos de población a lo largo de la historia no podrían explicarse las sociedades abiertas e interconectadas del presente", ha dicho. Pero al mismo tiempo ha recordado que la "integración" es fundamental para la "convivencia". Y ha reivindicado el "respeto a las leyes y el civismo".