El rey Felipe VI ha renunciado a la herencia de su padre Juan Carlos y le ha retirado su asignación, a raíz del escándalo del dinero en Suiza y el hecho de que el actual monarca aparece como segundo beneficiario de una de las cuentas de la fundación off shore, según un comunicado de la Casa Real. El comunicado admite que Felipe VI tenía conocimiento de las cuentas en paraíses fiscales de su padre desde hace casi un año. Y por lo que dice, en aquel momento renunció al dinero en un acta notarial.

"Felipe VI renuncia a la herencia que personalmente le pudiera corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada", ha indicado la Casa Real.

 

Además, el jefe del Estado ha decidido retirar a su padre la asignación que tiene fijada en los presupuestos de la Casa de Rey.

Esta decisión llega después de saberse que Felipe VI aparece como segundo beneficiario de la fundación 'offshore' titular de la cuenta bancaria donde se ingresó una supuesta donación de 65 millones de euros de Arabia Saudí a su padre, Juan Carlos I, según el diario británico 'The Telegraph'. La donación se habría depositado en una cuenta abierta en el banco privado Mirabaud, a nombre de la Fundación Lucum.

Según el rotativo inglés, en los estatutos de Lucum aparece Felipe VI como segundo beneficiario. Figura así que "el segundo beneficiario tiene que mantener durante su vida al resto de la Familia Real" y "satisfacer" cualquier "petición razonable" que pudieran hacerle su madre, hermanas e hijos.

El Congreso de los Diputados se negó esta semana a investigar las actividades de rey emérito Juan Carlos I que está indagando la Fiscalía suiza, entre ellas la supuesta donación de 100 millones de dólares que recibió en Suiza del rey de Arabia Saudí y la supuesta posterior donación que él mismo habría hecho a Corinna Larsen el 2012. El PSOE se alió con PP y Vox en la mesa, para rechazar incluso la tramitación de la comisión parlamentaria.