Fèlix Millet, presidente de la Fundació Orfeó Català y del Palau de la Música durante 19 años, y condenado a 9 años y 8 meses de prisión por el espolio del caso Palau, ha muerto este jueves a los 87 años. Millet dirigió el Palau de la Música desde 1990 hasta 2009, cuando fue destituido, la falta de escrúpulos y su codicia durante estos años, lo acabaron llevando a prisión. Procedente de una familia que hizo a su imperio en el sector del textil, su tío abuelo, Lluís Millet y Pagès, fue uno de los fundadores del Orfeó Català. Su padre, Félix Millet y Maristany, se decantó por el mundo de los seguros. Desde joven, Félix Millet se dedicó a los negocios, y después de una década en Guinea, volvió el año 1978 empezó su relación al Orfeó Català.
Su crecimiento social fue imparable y acumuló cargos en empresas como Agrupació Mutua, La Caixa, el Liceu, Bankpime, Hàbitat o el FC Barcelona. A su buen estatus se le sumó su boda con Marta Vallés, que tenía un patrimonio familiar espectacular: heredera de los propietarios de los papeles Guarros, recibió un gran legado derivado de la venta de la firma, casi dos millones de euros, una herencia que invirtieron en propiedad inmobiliaria, como las que tienen en el Ametlla del Vallès o en Menorca.
Estallido del caso Palau de la Música
El 23 de julio de 2009 estalló un caso de corrupción que se ha arrastrado durante más de 12 años a Catalunya, el caso Palau de la Música. El 23 de julio de 2009, a las 10:00 horas, los Mossos d'Esquadra entraron en el Palau de la Música y encontraron facturas falseadas, grandes cantidades de dinero en efectivo e incluso lingotes de oro. Un gran movimiento de billetes de 500, en torno al Palau de la Música, fue lo que despertó las sospechas de Hacienda y de la Fiscalía, e hizo estallar el caso. La Policía Nacional descubrió el desvío sistemático de fondos públicos y privados hacia gastos particulares de Millet y de su mano derecha, Jordi Montull, como el servicio doméstico, viajes de lujo o el pago de la boda de las dos hijas de Millet, que se celebraron en el mismo Palau de la Música. Así pues, se destapó un gran desfalco, con diferentes valores: según la Agencia Tributaria, eran 24 millones de euros, mientras que los auditores de la nueva dirección, calcularon 35 millones. Los responsables del espolio en el Palau fueron Fèlix Millet y Jordi Montull.
Una imagen que quedará para el recuerdo será la de Millet saliendo del Palau de la Música en pleno cacheo escoltado por los Mossos y con un paraguas azul marino. Después, empezaron las filtraciones que daban todos los detalles de un caso que empieza en la mesa de la fiscalía gracias a dos anónimos que alertaban del espolio. Cuatro días después del cacheo, Millet dimite, y el Palau se tambalea.
El año 1983, Millet impulsó el Consorcio del Palau de la Música, formado por la Generalitat, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, con el fin de canalizar subvenciones públicas hacia la institución. Aquel mismo año lo acusaron de apropiación indebida y estafa por su gestión al frente de una compañía llamada Renta Catalana, que captaba fondos para inversiones y que acabaron yendo a la quiebra. Fue condenado y después absuelto por el Tribunal Supremo, el año 1991. Posteriormente, en el 2003, Montserrat de Vehí alertó en su informe de la Sindicatura de Cuentas en el Parlamento de Catalunya que alguna cosa estaba desafinando en el Palau de la Música. Y justo un año antes, en 2002, la Delegación de Hacienda, empezó a recibir cartas anónimas en las cuales se hablaba abiertamente de irregularidades.
Confesión de Fèlix Millet
Fèlix Millet en una carta publicada en La Vanguardia el 17 de septiembre de 2009, admitió haber expoliado al menos de 3,3 millones de euros. "Tengo que reconocer que me he equivocado gravemente con determinados comportamientos que enseguida explicaré con detalle. Esta explicación tiene la intención de expresar mi arrepentimiento, de ayudar a la investigación judicial y de reparar, en la medida de mis posibilidades, al mal hecho en el Palau. Esta es también mi manera de pedir perdón públicamente a la sociedad", escribió.
El juicio empezó el 1 de marzo de 2017 con un sumario de más de 60.000 páginas. Millet en su declaración, confirmó que la empresa Ferrovial hacía donaciones a Convergència a cambio de obra pública. "No lo dije a mi confesión, pero era verdad. Ferrovial me daba el dinero y yo los pasaba a CDC. Yo el detalle de las obras lo desconozco. Las obras que hacían era un tema entre CDC y Ferrovial", confesó el mismo Millet en el juicio. El expresidente del Palau no tuvo problemas al entrar al detalle de la trama "la cantidad a pagar la pactaban Ferrovial y Convergència. Las comisiones eran de un 4%: el 2,5% para CDC, el 1% para mí y el 0,5% para Montull". Y fue más allá: "Intentar dar cobertura legal al dinero extra que cobrábamos cada año también fue un error". Siguió destapando culpables "los temas fiscales los llevaban Jordi y Gemma Montull bajo el control de Mariona Carulla". "La reunión del 11 abril del 2005, en la cual había los señores [Jaume] Campos, [Hermano] Gordó, [Jordi] Montull y yo, no estaba relacionada con este tema".
Finalmente, acabó admitiendo todo el provecho personal que sacó del Palau, tanto él como Jordi Montull: "Nos beneficiamos de los fondos del Palau para cuestiones personales. No recuerdo si yo recibía 800.000 euros al año en bonus y el señor Montull, 200.000. Existía la figura del colaborador del Palau, que cobraba en efectivo porque eran jubilados y no podíamos ponerlos en nómina. Algunos de los viajes que hice con mi familia también los sufragó el Palau, pero hay uno que se cita en la acusación [en México] que sí que estuvo por trabajo. Todos estos viajes los organizaba Jordi Montull y no sé cómo se financiaban". En el juicio también van varios empresarios que reconocieron que habían llegado a falsificar facturas para Convergència.
9 años y 8 de prisión para Millet
Después de un juicio de cuatro meses y medio para el desfalco, la sentencia condenaba y confirmaba el fraude: Fèlix Millet y Jordi Montull fueron condenados a 9 años y 8 meses de prisión, y 7 años y 6 meses de prisión, respectivamente. A más, multa para Millet de 4.120.540 euros por blanqueo de capitales y delito contra la Hacienda pública. Y Montull, 2.998.284 euros. Además de la multa, Millet y Montull tenían que devolver el dinero que se quedó al Consorcio del Palau de la Música, la asociación Orfeón Catalán y a la fundación Orfeó Català-Palau de la Música, en total 23 millones de euros. También un pago a Hacienda 677.904 euros. I CDC fue condenada a pagar las ganancias que obtuvo de toda la expoliación, valoradas en 6.676.105 euros. Su extesorero Daniel Osàcar también fue condenado a 4 años y 5 meses de prisión y a una multa de 3.796.555 euros. Hasta noviembre del 2022, la Audiencia de Barcelona ha recuperado 12. Todo fue ratificado por el Tribunal Supremo el año 2020.
La fiscalía pide el ingreso inmediato en la prisión y la magistrada Montserrat Comas dicta la entrada en la prisión. Millet sale en ambulancia de la Audiencia de Barcelona y aquella misma noche entra la prisión de Can Brians. Pero el ingreso dura solo 18 días. Millet paga una fianza de 400.000 euros y junto con Jordi Montull, Daniel Osàcar y CDC recurren al Tribunal Supremo la sentencia.
Entradas y salidas de la prisión
El año 2020, 11 años después de que estallara el fraude, Millet entró en la prisión de Can Brians 2. Y desde entonces, sus últimos años los ha pasado entre la prisión y el hospital penitenciario de Terrassa. El Departamento de Justicia le concedió el tercer grado a Millet el pasado mes de noviembre alegando "razones humanitarias" a causa de sus graves problemas de salud. Precisamente este mes, un magistrado de Barcelona abrió un nuevo procedimiento contra Millet y Montull, en descubrirse que habrían escondido a la justicia ingresos de los alquileres que cobran de sus inmuebles que tienen embargados para eludir su responsabilidad al haber sido condenados a retornar los 23, 8 millones de euros expoliados en el Palau de la Música. Finalmente, el 17 de febrero de este año, la jueza permitió a Millet volver a la residencia privada para cumplir la condena, donde ha acabado muriendo esta noche con 87 años.