El movimiento feminista ha vuelto a hacer oír su voz en las calles en este 8-M después del lapso de la pandemia. Lo ha hecho en Catalunya y también en Madrid. De hecho, en la capital española no ha habido una sola manifestación, sino dos, con miles de personas. La explicación es la división que hay dentro del movimiento feminista en torno a debates históricos, con diferentes puntos de vista sobre cuestiones como la prostitución o la autodeterminación de género. Una discusión antigua que también se ha producido dentro del mismo Gobierno. Eso ha impedido una marcha unitaria, a diferencia de los años anteriores. Lo mismo ha pasado en otras ciudades españolas.

La principal manifestación ha sido la convocada, como cada año, por la Comisión 8-M, que ha recorrido el centro de Madrid, desde la estación de Atocha hasta la plaza de Colón, detrás de una pancarta: Derechos para todas, todos los días. Ha sido la manifestación más multitudinaria, con una perspectiva transinclusiva, a la que han asistido la mayoría de dirigentes políticos. Había hasta siete ministros socialistas: Nadia Calviño, Carolina Darias, Isabel Rodríguez, Pilar Llop, Pilar Alegría, Diana Morant y Raquel Sánchez. También dos ministras de Unidas Podemos, Irene Montero i Ione Belarra. También han acudido representantes de Ciudadanos. La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz se ha excusado porque es el cumpleaños de su hija. La delegación del Gobierno ha cifrado la asistencia en 30.000 personas, mientras las organizadoras hablan de 100.000.

La segunda manifestación ha sido convocada por el Movimiento Feminista de Madrid y ha recorrido el centro de la capital española, desde Gran Vía hasta Plaza España, bajo el lema "el feminismo es abolicionista". Ha reunido a 6.000 personas, según la delegación del Gobierno, y los principales reclamos son la abolición de la prostitución y la pornografía, pero también la supresión de "todos los artículos y proyectos de ley" que regulan la autodeterminación de género. No había ningún dirigente del PSOE, a pesar de alinearse con esta corriente en cuestiones como la prostitución. Irónicamente, sí que han participado dirigentes del Partido Popular. Se han visto pancartas pidiendo la dimisión de Irene Montero.

Desde la convocatoria principal, la ministra de Igualdad ha quitado importancia a la división en dos manifestaciones. En este sentido, Montero ha defendido que "el movimiento feminista se ha organizado siempre desde la diversidad" y ha subrayado la agenda común compartida. "Los debates han existido siempre, pero no nos impide tener agenda común", ha concluido.

Más de 20.000 millones de euros

Coincidiendo con el 8-M, Día Internacional de las Mujeres, el Consejo de Ministros ha aprobado el tercer plan estratégico de igualdad efectiva entre mujeres y hombres. Su vigencia será del 2022 al 2025 y prevé una inversión "histórica" de hasta 20.319 millones de euros, cinco veces más que el plan de igualdad anterior, caducado en el 2016. Lo ha presentado hoy la ministra de Igualdad, Irene Montero, que ha defendido que supone un "paso muy importante" y que permitirá que "todas las mujeres tengan garantizados sus derechos", situando el feminismo como una "política de Estado". El ejecutivo central ha aprobado también una declaración institucional en solidaridad con las mujeres ucranianas y rusas que sufren los efectos de la guerra.