Fernand de Varennes (Nuevo Brunswick, 1958) conoce de cerca la discriminación que sufren las minorías, también en el Norte Global. Nacido en Canadá, este jurista de renombre mundial forma parte del colectivo de habla francesa —que constituye cerca del 22% de la población nacional, por encima del porcentaje de catalanes en el Estado español—. Con años de experiencia en el ámbito de los derechos humanos, De Varennes fue nombrado relator especial para las minorías de las Naciones Unidas el 1 de agosto de 2017, solo dos meses antes del referéndum de independencia del 1-O. Y su actividad dentro de la organización internacional ha seguido de bien cerca la situación de Catalunya desde entonces. A lo largo de los años, ha emitido informes señalando la obligación del Estado español a proteger los derechos humanos de los catalanes, se ha posicionado sobre la situación lingüística, y, solo la semana pasada, ha exigido aclarar el escándalo del CatalanGate. ElNacional.cat ha entrevistado al relator especial después del último informe para conocer cuáles son los retos a los que se enfrenta la minoría catalana.
Ha sido relator especial de las minorías para las Naciones Unidas durante varios años. En este tiempo, ¿la situación de las minorías en el mundo ha mejorado?
La situación varía según la parte del mundo. En algunos países ha habido mejoras, pero en general, y como ya dijo el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, el pasado septiembre, debemos reconocer que las cosas no han mejorado. De hecho, estamos ante la situación de un aumento en el discurso de odio, discriminación y exclusión de minorías en muchas partes del mundo. Esto se ha visto como una negligencia por parte de la comunidad internacional a la hora de tratar correctamente la cuestión de las minorías.
¿Y estos ataques contra las minorías han sido solo en países del Sur Global y con gobiernos autoritarios? ¿O también se han dado en el Norte Global y en democracias consolidadas?
Mi respuesta sería que sí. Tenemos que entender que en algunos países se ha dado un aumento de sentimiento nacionalista, y eso normalmente quiere decir que la mayoría niega la existencia los derechos humanos a la minoría. En algunos lugares de Europa hemos visto cómo ha crecido la islamofobia, y legislación que discrimina contra minorías religiosas. Y también se han dado casos en países europeos donde algunas minorías están perdiendo el derecho a ser educados en su idioma, en maneras que violan los derechos humanos internacionales. Solo esta semana hemos tenido un caso en Letonia. Y hay preocupación por la situación de lenguas minoritarias en lugares que son democracias occidentales —como España, de hecho—, así como en otros lugares del mundo.
La sentencia del 25% de castellano es un problema extremadamente importante, me genera una profunda preocupación
Antes de centrarnos en la situación del catalán, mencionaba que una de las razones por la cual las minorías se encuentran en una peor situación es por la irrupción de los nacionalismos. Lo hemos vivido también en España, con la reacción al movimiento independentista. En 2020 publicó un informe que hablaba sobre el incremento de "discurso de odio, vandalismo y asaltos" contra la minoría catalana. ¿Ha visto una mejora desde entonces?
La respuesta corta es que no. No he visto ninguna mejora, pero al mismo tiempo no he visto ningún estudio que mida la evolución de la situación desde 2020. En este sentido, no puedo comentarlo, porque no he visto ningún intento por evaluar los cambios.
En todo caso, ¿cuáles fueron sus hallazgos cuando publicó aquel informe, después de haber visitado España? ¿Constató que el Gobierno había actuado para hacer frente a esta discriminación?
En un sentido general, mi observación principal era que el Gobierno tenía que ser mucho más proactivo, que el aumento de discurso de odio atacante algunas minorías es muy claro, y tiene que ser reconocido y abordado. Mis conclusiones en aquel momento fueron que eso no se estaba haciendo, y no he visto nada recientemente para hacerme pensar que eso haya cambiado.
¿Esta discriminación contra los catalanes también viene de sectores como los medios de comunicación?
Creo que en aquel informe hubo un comentario general que pedía a los medios de comunicación españoles ser más sensibles y dirigir esta cuestión de manera más directa. Pero no recuerdo haber hecho ningún otro apunte.
El Gobierno debe promover, de manera mucho más favorable y potente, la diversidad lingüística, étnica y cultural del pais
De acuerdo. Pero ha observado que estos ataques discriminatorios en España también han afectado a las minorías vascas y gallegas. ¿Hay un problema más genérico?
Sí. Uno de los puntos más destacables en aquel informe es que el Gobierno tiene que promover, de manera mucho más favorable y potente, la diversidad lingüística, étnica y cultural del país. De esta manera, minorías como la catalana, la vasca y la gallega no se sentirán denigradas o sin suficiente apoyo, y que son una parte constituyente de España. Esto tendría que ser evidente, pero en el informe quedaba implícito que el gobierno central tenía que dar pasos para apoyar las lenguas y culturas minoritarias que forman el Estado español. Y creo que eso se tiene que abordar directamente con iniciativas proactivas para promover la diversidad del país.
En un discurso reciente, dijo que las minorías del mundo deben disfrutar de una "protección plena e igualitaria" de sus derechos fundamentales frente a varias "amenazas". ¿Los catalanes tienen garantizada esta protección plena e igualitaria?
Todas las minorías tienen que poder disfrutar de esta protección, particularmente con respecto a áreas como la lengua y la religión. Desafortunadamente, en el campo lingüístico ha habido algunos pasos regresivos, en los últimos años, para restringir el uso de lenguas como el catalán, el vasco y el gallego. Y esto se tiene que enderezar de manera mucho más abierta y honesta.
¿Es uno de estos "pasos regresivos" la obligación del TSJC a impartir un 25% de clases en castellano en Catalunya?
Es un problema extremadamente importante, y que me genera una profunda preocupación. Hoy por hoy, sin embargo, no puedo entrar en más detalle, porque estoy considerando publicar un comunicado sobre esta cuestión en los próximos meses, y tendremos que analizarlo detalladamente antes de decir nada más.
El CatalanGate ha tenido un efecto silenciador sobre la disidencia, hace falta una investigación independiente
Sea como sea, ¿el Gobierno tendría que estar promoviendo el uso del catalán, y del vasco y el gallego, como reconocimiento de la diversidad en España?
Absolutamente.
En diciembre, invitó al presidente Pere Aragonès a hablar sobre la situación del catalán ante la ONU. ¿Tuvo la oportunidad de hablar con él?
No pude comunicarme mucho con él. En la apertura de la sesión intercambiamos unas palabras cordiales sin entrar en detalles.
Sin embargo, ¿qué le pareció su discurso y su posición con respecto al catalán?
Me di cuenta de que, cuando España se convirtió en un Estado democrático y empezó a ceder autonomía a las regiones, había una gran esperanza para que avanzara en el reconocimiento de derechos lingüísticos y educativos. Y, en muchos aspectos, al inicio España se había embarcado en un camino generoso con las diversidades. Pero en los últimos años hay una sensación de que se ha vivido una regresión en varias áreas. Y eso que mencionó Pere Aragonès en el foro de las Naciones Unidas nos ha hecho conscientes de que quizás tenemos que mirar más de cerca cómo la situación ha evolucionado, y cómo muchos de los sueños y esperanzas de aquel primer periodo democrático quizás han quedado atrás y España ha avanzado en la dirección contraria. Su presentación me dejó claro que tenemos que mirar más de cerca la situación de las minorías y cómo su lengua, cultura y habilidad de participar en la sociedad se han visto afectadas en los últimos años. La evolución quizás no ha sido tan buena o positiva como se esperaba.
El Gobierno ha dado algunos pasos regresivos en los últimos años para restringir el uso del catalán, el vasco y el gallego
Durante aquel foro, usted mismo intervino y aseguró que había sido víctima de ataques para intentar desacreditarle. En España hay voces de organizaciones y medios de comunicación que le han definido como partidista a favor del independentismo catalán. ¿Se refería a este tipo de ataques?
No, no es uno de los ejemplos. En algunas partes del mundo ya no soy bienvenido y me han declarado persona non grata. Y eso es porque cuando pones sobre la mesa los problemas que afectan a las minorías, en algunos casos se considera una cuestión muy sensible.
Ya para acabar, quería hacer referencia al reciente comunicado que emitió usted junto a dos otros relatores de las Naciones Unidas en que reclamaban una investigación del CatalanGate. ¿Es este escándalo tan solo un ejemplo más de un gobierno reprimiendo a una minoría?
Es una situación en que tienes a un gobierno, o un sector del Estado, que va más allá de la ley, e incluso contra su sistema legal, para espiar a la oposición política y ciertos segmentos de la sociedad que se consideran una amenaza de algún tipo. Lo que encuentro importante resaltar es que en España hemos visto una situación en que activistas a favor de derechos que incluyen la participación política de la minoría catalana se han espiado de manera discriminatoria. Y, desde un punto de vista personal, creo que incluso tiene un efecto silenciador sobre la disidencia. Aunque tengas un sector de la sociedad que quiera crear un nuevo Estado, si son voces no violentas se tienen que escuchar. Y limitar la habilidad de minorías a expresar sus opiniones políticas o espiarlos de manera ilegal se tiene que abordar muy seriamente. Eso no es solo una violación de sus derechos humanos, sino que también es una amenaza directa contra la base de una sociedad libre y tolerante, contra los cimientos democráticos. Por eso propusimos que se impulse una investigación independiente.
¿La reacción del Gobierno para aclarar el CatalanGate ha sido, hoy por hoy, insuficiente? ¿Puede trabajar más activamente?
Bien, nuestro llamamiento fue para una investigación plena e independiente. Tan solo quiero reiterar este punto, sin hacer otro comentario sobre si la respuesta del Gobierno ha sido la adecuada.