En su día trabajaron juntos en el Ministerio del Interior. Hoy están totalmente enfrentados. Este viernes se ha vivido en la Audiencia Nacional un tenso careo entre las versiones del exministro Jorge Fernández Díaz y quien fue su número dos Francisco Martínez. Según informan fuentes judiciales, el primero ha vuelto a negar haber tenido conocimiento de la Operación Kitchen, la trama para espiar y robar documentos comprometedores a Luis Bárcenas. El segundo ha insistido en su relato: le llamó para saber del operativo y tiene mensajes guardados que prueban que su superior estaba al corriente de todo. El juez pidió este cara a cara ante las versiones contradictorias, que se han mantenido. Fernández Díaz no ha entregado el móvil de cuando era ministro, aunque lo había pedido el magistrado.
Ahora hace dos semanas, Jorge Fernández Díaz declaró que supo del espionaje a Luis Bárcenas "por la prensa". También desmintió haber enviado los mensajes que se le imputan, en contradicción con la declaración de su exnúmero dos, Francisco Martínez. El magistrado instructor, según fuentes judiciales, se mostró perplejo: "No se enteraba usted de nada".
Esta vez, Fernández Díaz ha vuelto a negar la llamada a Martínez para saber del operativo. "Nunca oí hablar de Kitchen. No me creo este operativo", ha dicho el exministro. El exsecretario de Estado lo ha desmentido: "Me llamabas cada día a cualquier hora, incluso los fines de semana". Lo mismo ha pasado con los supuestos mensajes, que según Fernández Díaz "están manipulados". Frente a esto, según fuentes judiciales, Martínez ha replicado: "¿Me estás acusando de cometer un delito? ¿Qué soy, un hacker?".
Ahora hace dos semanas, el juez le pidió al exmáximo responsable de Interior que trajera el teléfono móvil que tenía cuando era ministro. Pero hoy, cuando le han dicho que tendría que dejar el dispositivo en la Audiencia Nacional, Jorge Fernández Díaz ha respondido que ni siquiera lo llevaba encima. Ha asegurado que aportará un informe pericial para demostrar que los supuestos mensajes SMS son "falsos".
Las acusaciones no han sentado nada bien a Francisco Martínez, que se ha preguntado en voz alta "qué es lo que podría haber hecho". Y ha concluido de forma contundente: "Estoy aquí sentado por ti". El careo, que ha durado unas dos horas, ha empezado muy tenso y ha acabado igual, con algún breve episodio de cordialidad
55 seguimientos
La investigación del caso Kitchen apunta a un presunto seguimiento ilegal para buscar pruebas y destruirlas en caso de que incriminaran al PP. Según el magistrado instructor, los "órganos superiores y directivos de la Administración General del Estado" crearon un "operativo parapolicial" que actuó, al margen de la ley, "al menos entre los años 2013 y 2015". Su objetivo, conseguir "material documental comprometedor de altos dirigentes" de Luis Bárcenas, extesorero del PP, y así neutralizar las amenazas políticas al gobierno de Mariano Rajoy. Se le realizaron hasta 55 seguimientos sin orden judicial, según las informaciones publicadas del sumario del caso. El principal objetivo fue su chófer, Sergio Ríos, que habría cobrado 53.000 euros para robarle documentación, entre la cual hay audios comprometedores.