La primera prueba de fuego para evaluar la viabilidad de algunos pactos postelectorales en Catalunya será la configuración de la Mesa del Parlament. La cámara tiene que constituir la nueva legislatura antes del 10 de junio, y durante la primera sesión tiene que elegir al president del órgano rector de la cámara y a sus seis miembros restantes. Este primer pleno, por lo tanto, se tiene que celebrar como máximo un día después de las elecciones europeas, de manera que las negociaciones sobre quién encabezará el Parlament se producirán en plena campaña. En este sentido, el PSC ha manifestado su intención de liderar la cámara y, para alcanzarlo, se ha abierto a pactos con múltiples formaciones (con la excepción de Vox y Aliança Catalana) que representen "la pluralidad" de los resultados del 12 de mayo. El líder del Partido Popular en Catalunya, Alejandro Fernández, ha salido al paso de estas intenciones y ha querido hacer una aclaración: "Al PP le corresponde una plaza en la Mesa del Parlament por los votos obtenidos, no porque Salvador Illa 'el Generoso' nos la conceda". De hecho, Fernández ha querido advertir de un posible acuerdo de los socialistas con el independentismo para evitar la presencia de los populares: "Lo que sí que podría hacer Illa es un cordón sanitario con los separatistas y contra el PP, para quitarnos aquello que nos hemos ganado en las urnas. Veremos qué hace".

Para elegir president del Parlament de Catalunya, cada uno de los 135 diputados tiene que escribir un único nombre en la papeleta, y sale elegido en primera votación quien obtenga la mayoría absoluta. Si ninguno de ellos reúne 68 votos o más, se hace una nueva votación donde solo aspiran los dos diputados que en la primera hayan obtenido más votos que el resto. En este caso, es proclamado president del Parlament quien obtiene más votos que el otro. Solo si empataran se tendría que repetir la votación y, si eso sucediera después de cuatro votaciones, quedaría elegido el candidato del grupo parlamentario con más escaños. Con respecto a los dos vicepresidentes y cuatro secretarios de la Mesa, cada diputado solo puede escribir un nombre, y son elegidos los que, por orden correlativo, obtienen una mayoría de votos.

 

El PSC no renuncia a la presidencia del Parlament

Una de las cuestiones que planeaba sobre el terreno político era la posibilidad de que el PSC cediera la presidencia del Parlament a una formación independentista para poder desencallar o facilitar las posibilidades que, posteriormente, Salvador Illa fuera investido president de la Generalitat. En una entrevista en TVE, la número dos de la candidatura socialista, Alícia Romero (que forma parte del equipo negociador del partido), ha defendido que la Mesa sea "lo máximo plural posible" y que sea representativa de los resultados del 12 de mayo. Paralelamente, Romero ha descartado que su partido renuncie a la presidencia de la cámara catalana y también ha querido desmentir que las alianzas que se configuren tanto para la Mesa como para hacer Govern se puedan ver frenadas por el riesgo de que condicione la estabilidad del ejecutivo estatal: "La política catalana se decide en Catalunya y la decide el PSC", ha sentenciado.