El caso Cuevillas ha vuelto a despertar al unionismo, que a pesar de estar en minoría en el Parlament sigue viendo posibilidades de quitar al independentismo lugares de poder. Después de la pugna entre JxCat y la CUP por la presidencia de la Cámara y con la incertidumbre todavía sobre cómo será el próximo Govern, ahora la batalla política se traslada a la secretaría segunda de la Mesa.
Aunque la alternativa más viable es la propuesta por JxCat, la diputada Aurora Madaula, los comuns no se resignan a seguir fuera de la Mesa y ya han propuesto a su candidato, el diputado Lucas Ferro, que podría obtener el apoyo de otras formaciones unionistas para boicotear el relevo independentista.
PSC y PP lo ven con buenos ojos
De hecho, tanto el PSC como el PP ya han insinuado que ante cualquier candidato independentista optarán por uno que no lo sea. Así lo ha asegurado la portavoz socialista, Alicia Romero, que, sin embargo, ha pedido realismo a los comune recordándoles que sólo cuentan con ocho diputados. Igualmente, la opción más lógica sería que les dieran apoyo como, de hecho, los comuns hicieron con ellos votando a Eva Granados para la presidencia y las vicepresidencias del Parlament.
Quien se ha expresado en un sentido similar ha sido el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, que ha ofrecido sus tres escaños para cerrar el paso a la diputada de JxCat. "Si viéramos la posibilidad aritmética que este miembro de la Mesa del Parlament no fuera independentista, los tres votos del PPC se sumarian a una alternativa", ha admitido en una rueda de prensa telemática. Sin embargo, ha reconocido que los tres escaños populares "no serán decisivos para una suma así".
Ciudadanos y Vox, en la ambigüedad
Menos claros se muestran Ciudadanos y Vox. El líder del partido naranja en Catalunya, Carlos Carrizosa, ha destacado que nadie de En Comú Podem les ha comunicado este nombre ni les ha pedido su apoyo, aunque en cualquier caso no tendrán el de los seis diputados naranja, ha avanzado. Pero insistido sobre la previsible disyuntiva entre el mismo Ferro y Madaula, Carrizosa ha matizado que "cuando la propuesta esté sobre la mesa" lo valorarán.
Fuentes de Vox consultadas por este diario se expresan en un sentido similar, asegurando que comentarán su posicionamiento definitivo cuando el dilema entre Madaula y Ferro se haga efectivo. Lo más relevante es que no cierran de entrada la puerta a esta posibilidad, cosa que no pasó en la sesión constitutiva del Parlament, en la que votaron a sus candidatos a la presidencia, las vicepresidencias y las secretarías, a diferencia del resto de partidos unionistas, que votaron a los candidatos socialistas.
Los comuns, empeñados con ERC
Así pues, los cuatro partidos unionistas parecen tener claro que Ferro es la única esperanza que tienen para arrebatar al independentismo el quinto asiento de la Mesa. Sin embargo, los comuns quieren que Ferro se convierta en secretario con el apoyo de ERC y la CUP (además del PSC), creando un precedente para hacer un futuro Govern "de izquierdas" que suponga la ruptura definitiva entre republicanos y postconvergentes.