Un turista despistado que pasea por el centro de Barcelona este domingo pregunta a una mujer que lleva una bandera de España qué está pasando en la plaza Sant Jaume. Ella le contesta en castellano que "Pedro Sánchez, el presidente, es un ladrón". No hablan el mismo idioma y el hombre se marcha sin entender exactamente el porqué de la manifestación, pero la mujer se da por satisfecha con su resumen. Ella ha sido una de las 500 personas -según cifras de la Guàrdia Urbana- que ha acudido a la manifestación españolista ante el Palau de la Generalitat contra el acuerdo por la amnistía entre el PSOE, Junts per Catalunya y ERC. Algunos de los manifestantes llevan muñecos (Puigdemont vestido de preso y Sánchez con una nariz de Pinocho) que ya habían hecho a finales del 2023 tras el acuerdo de investidura y el registro de la misma ley en el Congreso, pero no será hasta este jueves que finalmente la norma se apruebe en la cámara baja. Los partidos españolistas del Parlament (PP, Cs y Vox) habían dado apoyo a la convocatoria que no ha conseguido llenar la plaza Sant Jaume.
Como ha ido sucediendo durante los últimos meses desde las elecciones españolas del 23-J, que tuvieron como resultado la dependencia de Sánchez de los partidos independentistas para mantenerse en la Moncloa, la diana de las críticas de los ultras han sido el mismo presidente del Gobierno y Carles Puigdemont, en el exilio desde 2017 y que podría volver a Catalunya en los próximos meses si la amnistía se acaba aplicando. "Puigdemont es español" y "Puigdemont a prisión" han sido los cánticos más repetidos, así como insultos a Pedro Sánchez y alabanzas a Santiago Abascal, "orgullo nacional". La ultraderecha ha aprovechado para montar una carpa en la plaza Sant Jaume y, aparte de las banderas españolas, también destacaban las que llevaban partido.
Puigdemont, en boca de todos
Durante la concentración, que ha sido muy breve y no se ha alargado más de 45 minutos este mediodía del domingo, también se ha hecho una lectura del manifiesto de las entidades convocantes, que incluyen buena parte de las asociaciones españolistas y unionistas del país. Antes, la organización del acto ha querido enviar un mensaje de advertencia desde el escenario colocado en la plaza Sant Jaume, dirigido a todos los diputados socialistas, que la semana que viene tendrán que aprobar la ley de amnistía en el Congreso: "Piensen y voten en conciencia. Y que sepan que si dan apoyo a esta ley serán cómplices de Puigdemont", han exclamado, entre aplausos.
"La culpa ya no será solo de Puigdemont, sino de todos aquellos que han votado a favor de la amnistía", han insistido. El apellido del president en el exilio ha sido el más repetido durante esta manifestación, donde también se ha criticado duramente al PSC. Durante la primera fase del procés, especialmente en octubre de 2017, los socialistas catalanes se sumaban a las manifestaciones del españolismo y el unionismo, una situación que ha cambiado radicalmente en los últimos meses y que parece complicado que se vuelva a repetir.