A las puertas de las elecciones municipales de mayo, ningún gobernante hace aspavientos ante una inauguración. Ninguna obra es demasiado pequeña para celebrarla e incluso para concitar cumbres, sobre todo teniendo en cuenta que a comienzos de abril la convocatoria electoral vetará nuevas inauguraciones. Este viernes, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, y el conseller de Territori, Juli Fernàndez, participarán en el acto de inicio de las obras del carril bus de entrada en Barcelona por la B-23, entre Sant Feliu de Llobregat y la Avinguda Diagonal de Barcelona.
Se trata de una obra sin duda importante para los vecinos del Baix Llobregat que verán cómo el tiempo de trayecto de los autobuses para acceder a la capital catalana se reducirá en 15 minutos. Pero ello no es óbice para que la obra comporte una magnitud perfectamente descriptible, que se sintetiza en los 7 kilómetros de conexión con la A-2 entre Sant Feliu de Llobregat y la avenida Diagonal de Barcelona. En este punto puede resultar interesante recordar tanto la potencia del PSC en el Baix Llobregat —precisamente la ministra Sánchez, fue alcaldesa de Gavà, y es miembro de la ejecutiva del PSC del Baix Llobregat—, como el interés de Esquerra por penetrar con más fuerza en este territorio.
Acto en el carril bici
La obra se enmarca, además, según se recuerda la nota de prensa, dentro de la estrategia del Govern para reducir el 25% el uso del vehículo privado en el área metropolitana de Barcelona. Vista la magnitud de la obra, el escenario tampoco parece que vaya que resultar especialmente espectacular: la convocatoria del acto es en un punto concreto del carril bici de Esplugues.
En cualquier caso, viendo la concentración y el nivel de autoridades que concita el inicio de las obras, cuesta imaginar cómo será la inauguración oficial del carril, una vez concluyan las obras. Este viernes, el director general de Infraestructuras de Movilidad de la conselleria de Territori, David Prat Soto, se encargará de la explicación técnica del proyecto, y acto seguido habrá una intervención de la ministra de Transportes, mientras que el president de la Generalitat se encargará de clausurar el acto.
Traspaso de Rodalies
Todo ello se produce en plena batalla entre el Govern y el ministerio de Transportes por el traspaso de las Rodalies a la Generalitat. Precisamente, ayer la ministra Raquel Sánchez envió una carta a la consellera de la Presidència, Laura Vilagrà, en que circunscribe la materia a negociar sobre Rodalies al "traspaso de recursos económicos", es decir, la financiación.
El pasado mes de octubre Aragonès reclamó al presidente español, Pedro Sánchez, también por carta, el traspaso de Rodalies. "La ciudadanía de Catalunya sufre un agravio histórico por el mal funcionamiento del servicio ofrecido por este operador. Es por eso que desde el Govern catalán reclamamos asumir la gestión de este servicio, primordial para nuestro país", argumentaba. Este viernes Aragonès tendrá la oportunidad de recordarle a la ministra esta reclamación mientras escuchan las peculiaridades técnicas de la obra de 7 quilómetros de carril bus que inaugurarán.