Golpe fuerte a la justicia española, al Gobierno de Mariano Rajoy y... una demostración de las tensiones entre Madrid y Berlín. Eso es lo que demuestra la sentencia del tribunal de Schleswig-Holstein según el Financial Times, que pone de relieve que, aunque el gobierno alemán "se esfuerza en asegurar constantemente que da apoyo total a España ante el reto catalán [...] para garantizar el orden constitucional", ahora deja al Estado español en entredicho porque la justicia alemana no solo no extraditará a Carles Puigdemont por rebelión, sino que además pone en duda el delito de malversación del que se le acusa.
El diario británico recuerda que Alemania ha pedido ahora al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena que les envíe más información para poder tomar una decisión con todos los argumentos en mano —ya que, de momento, no ve elementos para justificar la extradición— y poder valorar, así, si realmente hay un delito de malversación de fondos públicos detrás de la celebración del referéndum del 1-O y, aunque recuerda que el tribunal alemán cuestiona ahora este delito, se le pasa por alto que el presidente español ya soltó el 7 de febrero en el Congreso que "no se dedicó ni un solo euro del FLA al referéndum ilegal que supuestamente se tenía que celebrar en Catalunya".
La cancillera alemana, Angela Merkel, volvió a insistir ayer en su idea de que están "convencidos de que el conflicto catalán se tiene que resolver dentro del orden jurídico y constitucional español", pero las supuestas declaraciones de la ministra de Justicia alemana, Katarina Barley, advirtiendo a España que "no dé por hecha la extradición de Puigdemont" porque consideraba que la sentencia "es correcta", "hicieron enfadar" a los políticos españoles y, seguramente por ello, el gobierno alemán se apresuró ayer en atribuir a un "malentendido" las palabras de su ministra.
España, como Turquía
Pero la cosa todavía va más allá. Después de que Barley cuestionara supuestamente la justicia española, otros políticos alemanes salieron a cuestionar la euroorden contra Puigdemont y emplazaron al gobierno federal de Alemania a considerar la extradición del president en función de la experiencia del poder judicial turco o polaco por su "enfoque" del estado de derecho.
De hecho, el Financial Times pone especial énfasis en las declaraciones del diputado del Partido Socialdemócrata (SPD), Rolf Mützenich, que insistió en la idea de que Alemania tiene que reflejar si las euroórdenes "siguen garantizando un proceso justo" y, por lo tanto, "si cumple los principios de democracia y del estado de derecho", no como Turquía o Polonia.
Ahora bien, aun así, Puigdemont y el resto de dirigentes catalanes siguen insistiendo en el gobierno del PP en que hace falta diálogo e, incluso, el president ya dejó caer el sábado que "la independencia no es la única solución para nosotros" y que, precisamente por ello, "estamos preparados para escuchar".