El fiscal del caso de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils del 17 y el 18 de agosto de 2017 solicita entre 8 y 41 años de cárcel para los tres procesados, según ha avanzado el diario El País.
Mohamed Houli, único de los miembros de la célula terrorista que sobrevivió, tendrá que hacer frente a una petición de 41 años de cárcel. La fiscalía pide además 36 años de cárcel para Driss Oukabir y 8 años para Said Ben Lazza por colaboración.
Ninguno de los tres intervino de manera directa en las brutales acciones terroristas, que dejaron 16 muertos y 140 heridos. Esa es la razón por la que la fiscalía no les acusa de asesinato. Les imputa delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia y fabricación de explosivos y conspiración para cometer estragos de carácter terrorista.
Casa de Alcanar
Houli censó el día antes de los atentados en la casa de Alcanar que el grupo terrorista liderado por el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty había convertido en un laboratorio de explosivos. Todo el inmueble voló por los aires cuando uno de los miembros de la célula manipuló explosivos. Murió Es Satty y uno de sus discípulos y Houli resultó herido.
El plan de los terroristas era atentar contra la Sagrada Família y otros monumentos de la capital catalana, però, según declaró Houli ante los Mossos d'Esquadra, la explosión de Alcanar precipitó los acontecimientos.
El 17 de agosto, Younes Abouyaqooub, al volante de una furgoneta, atropelló a decenas de personas en plena Rambla de Barcelona, y el resto de los miembros de la célula atentaron por la noche en el paseo marítimo de Cambrils.
Los integrantes del grupo fueron abatidos en los días siguientes por los Mossos d'Esquadra. El último en caer fue Abouyaqooub, en el municipio de Subirats.
Imagen: Torra, Colau y Cunillera en una ofrenda floral en el segundo aniversario de los atentados del 17-A / Carles Palacio