«La reñí. Vamos a ver, yo comprendo que te llama el fiscal general y tú tienes que atender al fiscal general. Pero ya le he dicho que me ocupo yo. Pilar, por favor, ¿para qué le mandas los correos? Los van a filtrar. Pilar, haz el favor de no hacer nada más». Es lo que dijo “expresamente” la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, a la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, la noche del 13 de marzo. Así lo declaró ella misma el pasado jueves cuando declaró como testigo ante el juez que está investigando a Álvaro García Ortiz por presunta revelación de secretos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Ahora, ElNacional.cat ha tenido acceso a su declaración íntegra. “Como sé que trabaja hasta las tantas de la mañana en la sede de la Fiscalía, dije «Haz el favor de ir a tu casa, de descansar y a ver si podemos estar tranquilos esta noche y mañana ya vemos cómo hacemos esto»”, relató. Es la conversación que mantuvieron ambas después de que Pilar Rodríguez (también investigada por el Supremo) recibiera del fiscal Julián Salto los correos que había intercambiado con el abogado de Alberto González Amador y se los mandara al fiscal general del Estado. La filtración de esos correos, que también apunta a la Moncloa, es la que está investigando el juez Ángel Hurtado.

“Uno hace sus deducciones”

Al día siguiente, 14 de marzo, a las 9.08 h, Almudena Lastra habló por teléfono con Álvaro García Ortiz. “Según descuelgo, porque estaba un poco quemada con este asunto, le dije «Álvaro, ¿has filtrado los correos?» y me dijo «Eso ahora no importa, hay que sacar la nota inmediatamente»”. “¿Tuvo alguna información que le conduce a esa deducción?”, le preguntó el letrado de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) durante el interrogatorio. “A las 21.54 h, nos llegan los dos correos, a la fiscal jefe provincial y a mí. Hablo con la fiscal jefe provincial. Acto seguido, me dice que se los ha mandado al fiscal general del Estado y a las 23.50 h, la SER da como primicia que el abogado ha solicitado a la Fiscalía el pacto. Y ya da el contenido de los correos electrónicos. Hombre, pues, en fin. […] Uno hace sus deducciones, sin perjuicio de que yo no sé quién [fue]”, contestó.

“Estaba enfadada: ha salido a la luz pública cuando nosotros hemos trasladado la información”

Previamente, el 12 de marzo, Lastra se había enterado por la radio de las diligencias de investigación sobre González Amador. “Me acuerdo de que le dije a mi pareja «Esto yo no lo he leído en la denuncia». I me empezó a preocupar que ese periodista parecía saber cosas que no estaban en la denuncia”, contó. “Estaba enfadada y se lo trasladé así a Pilar. Yo no sé cómo ha llegado al periodista, lo que sí sé es que la Agencia Tributaria lleva muchísimo tiempo tramitando esto y justo ha salido a la luz pública en el momento en que nosotros hemos trasladado la información”, añadió. “No era solo la denuncia, que ya estaba en el decanato y de la que el periodista podía tener conocimiento por otras vías. Es que decía cosas que yo no había leído en la denuncia y que, por lo tanto, entendí que eran cosas que o bien estaban en nuestras diligencias de investigación o en el expediente de Hacienda, que formaba parte de ella y por eso tenía la sospecha”, remachó.

“Había que salir a desmentir esa noticia”

Más detalles. Almudena Lastra relató que a las 20.26 h del 13 de marzo recibió una llamada de Íñigo Corral, el jefe de prensa de la Fiscalía de Madrid. “Me dice que un periodista concreto de un medio muy importante le traslada que el jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid [Miguel Ángel Rodríguez] está trasladando a los medios que la Fiscalía ha ofrecido un pacto al señor González Amador y que ha recibido órdenes de no llegar a ese pacto. [...] Y que lo puede acreditar documentalmente”, contó. “Primero fue un periodista y luego fueron muchísimos”, añadió. “¿Usted pensaba que esa información se acomodaba a la realidad?”, le preguntó el fiscal durante su declaración. “Por supuesto que no. De hecho, fui yo quien le llamé para decirle [al fiscal del Estado] que íbamos a salir a desmentirla”, contestó. “¿O sea que la idea de desmentir esa noticia partió de usted?”. “Soy yo quien, por la trascendencia del asunto, alerta al fiscal general del Estado”, subrayó.

Así pues, a las 20.50 h, ella llamó al fiscal general del Estado y ambos coincidieron en que “había que salir a desmentir esa noticia”. “Nosotros lo que atajamos era esa falsa información que nos decían que estaba trasladando [Miguel Ángel Rodríguez]”, añadió. Posteriormente, a las 22.30 h, Almudena Lastra volvió a hablar con Íñigo Corral y le dijo que lo dejaban para el día siguiente: «Yo no soy periodista, no soy político, soy la fiscal superior de Madrid y, por lo tanto, me voy a ir a cenar y mañana veremos qué recorrido ha tenido esto y ya evaluaremos qué es lo que vamos a hacer».

“Yo no estoy de acuerdo con el contenido y no voy a asumir la publicación como nota de mi gabinete de prensa”

Sin embargo, el entendimiento entre Almudena Lastra y Álvaro García Ortiz se acabó rompiendo. El 14 de marzo, a las 8.42 h, Lastra recibió una llamada de Íñigo Corral, que le dijo que había recibido un texto de la jefa de prensa de la Fiscalía General y que tenían que publicarla como gabinete de prensa de la Fiscalía de la Comunidad de Madrid. “Íñigo, bastante alterado y enfadado, me dice que no está de acuerdo con el contenido y me dice que si yo le hago publicar esa nota, él dimite. Le digo que se tranquilice, que me mande la nota y que a lo largo de la mañana ya lo veremos con tranquilidad”, indicó delante del juez. Después, a las 9.08 h, recibió la llamada del fiscal general del Estado, que le dijo que había que difundir la nota “inmediatamente”. Ahora bien, Lastra le puso el freno: «Me voy a leer despacio la nota, que no la he leído en su integridad. Voy a mirar los correos y después hablamos cuando llegue al despacho, porque voy en el coche».

“Me pongo a mirar la nota de prensa y coincidía con Íñigo en que no me parecía que era la forma más adecuada de hacerlo”, relató en el Supremo. Y recordó uno de los mensajes que le envió Álvaro García Ortiz: «Almudena, la nota está correcta en fechas y contenido. Hay que sacarla, si tardamos, se impone un relato que no es cierto y parece que los compañeros no han hecho bien su trabajo. Es imperativo sacarla, nos están dejando como mentirosos. Si dejamos pasar el momento, nos van a ganar el relato, la actuación de los compañeros de la Fiscalía es impecable y hay que ser neutral». En ese rato, el fiscal general la llamó seis veces en veinte minutos: “No veo cuál es la prisa de todo esto y digo que no le voy a contestar”, le contó al juez. Finalmente, mientras todavía estaba en el coche, García Ortiz logró hablar con ella a través de su secretaria y ella fue muy contundente: «Yo no estoy de acuerdo con el contenido de esa nota y, por lo tanto, no voy a asumir la publicación como nota de mi gabinete de prensa. Si tú me ordenas que saque esa nota, saldrá como nota de la Fiscalía Provincial». Y así fue.

Fiscal Julián Salto González Amador   Europa Press
El fiscal Julián Salto llegando al Tribunal Supremo / Foto: Europa Press

El fiscal del caso: “En ese correo no hay ninguna información privada, ningún secreto”

Otro testigo que compareció en el Tribunal Supremo la semana pasada fue Julián Salto, el fiscal de Delitos Económicos del caso de Alberto González Amador. Relató que el 13 de marzo a las 21.43 h le llamó la fiscal jefe provincial de Madrid y le dijo que el fiscal general del Estado “no puede esperar”. Acto seguido, le preguntó a qué se había comprometido con González Amador y le habló de la noticia que había publicado El Mundo. “Lo primero que le digo es que no nos hemos comprometido absolutamente a nada”, señaló. Y añadió que le contó el “iter cronológico” y que había sido el 2 de febrero cuando el abogado de la pareja de Ayuso le había emplazado a “intentar llegar a una conformidad”. “No son ni conversaciones, es un intercambio de mail que no tiene ningún tipo de validez y que yo no puedo hacer valer como una supuesta conformidad el día del juicio”, añadió delante del juez.

“Cuando la fiscal jefe provincial me pide los correos, yo se los doy. Porque hay que quitar un poco de trascendencia. Esa noche no van contra González Amador, esa noche van contra el fiscal del asunto y, en su caso, contra la Fiscalía de Delitos Económicos por si hemos hecho algo al margen de la ley”, prosiguió. “Entonces me dice si le puedo mandar los correos y yo se los mando, pero porque en ese correo no hay ninguna información privada, no hay ningún secreto. Es simplemente una toma de negociaciones. No sé si es habitual, pero es un intercambio de mails sin ninguna trascendencia, porque mientras no lo ratifiquen ante un juez, ese presunto ofrecimiento no nos vale para nada”, subrayó. Asimismo, en el Supremo, también lamentó que con la filtración de Miguel Ángel Rodríguez quedaba él como un “mentiroso” y cómo que va “ofreciendo conformidades por ahí” y “poniendo denuncias o querellas políticas”.