Joaquim Forn vuelve a estar pendiente de que Pablo Llarena se posicione sobre su libertad. Lo tiene difícil. Todas las acusaciones están en contra. Hoy ha vuelto a comparecer para explicar uno de los argumentos a los cuales el juez se acogía para demostrar la reiteración delictiva: la carta de apoyo a los CDR.
Pero Forn ha matizado que la carta de apoyo a los CDR que escribió con Oriol Junqueras y que se leyó el 2 de mayo en un acto público en la plaza de Sant Jaume de Barcelona fue para "agradecer el apoyo moral a la gente".
La fiscalía ha admitido que lo añadió en su escrito defendiendo la prisión después de una "lectura deficiente de un medio digital", pero no ha variado su postura.
"No hay cambio y tampoco lo esperaba. Quien crea que la fiscalía actúa a telefonazo o toque de pito, no conoce a la fiscalía", ha declarado el abogado de Joaquim Forn en la salida de la declaración. "Ha mantenido su criterio en un tono moderado", ha añadido el letrado Xavier Melero.
Melero, sin embargo, sigue confiando en "la independencia de criterio" del juez que ha mantenido unos consellers en la prisión y otros en libertad.
Forn no ha negado la carta, pero ha aclarado que no tenía otra finalidad que agradecer a todos los que le habían mostrado la solidaridad. La carta no era en apoyo al CDR, ha remarcado.
Para las acusaciones, estas explicaciones han sido "la excusa para llevar a Forn de la prisión y aprovechar la revisión de las medidas". VOX se ha opuesto. La fiscalía y la Abogacía del Estado también.
Más pruebas y testigos
Las defensas han pedido nuevos testigos y las acusaciones, el valor de lo que hubiera costado pagar todos los locales públicos en los que se hizo la votación del referéndum. Para valorar el delito de malversación está rebuscando hasta la última opción.
Hay una valoración de Hacienda y la Guardia Civil sobre que se destinaron unos 3 millones de euros de dinero público para montar el referéndum.
Ante las nuevas peticiones de las partes, Llarena deberá resolver rápido si quiere cerrar la instrucción antes de las vacaciones. Lo que hace sospechar que tal vez el caso no queda listo para el juicio hasta después del verano, contrariamente a lo que se había especulado.