¿La Fiscalía no se fía del tribunal del TSJC que juzga los exmiembros soberanistas de la mesa del Parlament del 2019? Es la pregunta que ha cernido este jueves en los pasillos del Palacio de Justicia, en Barcelona, cuando el veterano fiscal José Joaquín Pérez de Gregorio ha expuesto en la vista que "ha sido informado" que los tres magistrados han hablado con una de las magistradas de la sala 77 del TSJC, cuando han hecho un receso para deliberar sobre si continuar el juicio después de la marcha de uno de los acusados, el exvicepresidente Josep Costa. El presidente del tribunal, Carles Mir, ha negado cualquier contaminación, ha indicado que se han visto un momento en el patio, y que además es una compañera de la sala de apelaciones del TSJC. La insinuación de Pérez de Gregorio es insólita y juristas que la han presenciado se preguntan si la fiscalía desvela así su temor -que el tribunal de enjuiciamiento, formado a toda prisa por las recusaciones de los magistrados Jesús Maria Barrientos y Carlos Ramos- pueda absolver al expresidente de la mesa del Parlament Roger Torrent, y los exmiembros Josep Costa, Eusebi Campdepadrós y Adriana Delgado. ¿O el veterano y áspero fiscal Pérez de Gregorio va por libre?

Las dudas sobre la imparcialidad del tribunal del TSJC verbalizadas por el fiscal Pérez de Gregorio se encadenan con la última acción de la Fiscalía. En concreto, la fiscalía presentó a una semana del juicio, y después de superar muchas trabas, un recurso contra la recusación del magistrado Carlos Ramos, que fue apartado del tribunal juzgador de la Mesa del Parlament, la primera semana de agosto, y por la reclamación de Josep Costa al poner en duda su falta de imparcialidad. La fiscalía no presentó recurso por la recusación del presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, aprobada y que hizo suspender el juicio, programado en julio. Barrientos fue sustituido por la magistrada Marta Pesqueira, magistrada de un juzgado de Primera Instancia de Barcelona. Y Ramos fue sustituido, en septiembre, por el magistrado Francisco Segura Sancho, miembro de la sala de apelaciones del TSJC y expresidente de la Audiencia de Lleida. ¿Se ha alertado a la Fiscalía de que los magistrados Mir y Segura absolverían a la Mesa del Parlament y por eso había que hacer volver al magistrado a Carlos Ramos? Es una de las hipótesis escuchadas en los pasillos del alto tribunal. El magistrado Carles Mir, experto en derecho penal y con fama de garantista, es el ponente de la sentencia, además de presidente del tribunal.

Abogados defensores y acusaciones, arriba, con Roger Torrent y Adriana Delgado, en el juicio. / Foto: ACN

El primer incidente del fiscal

Nadie duda que el juicio a la segunda mesa soberanista del Parlament es la más extraña vivida procesalmente hablando. Dos miembros del tribunal de enjuiciamiento (Barrientos y Ramos) fueron recusados y la sala 77 del TSJC (formada por seis magistrados del TSJC de otras jurisdicciones) las aceptaron, cuando en juicios anteriores se habían descartado. El TSJC ha admitido que le ha costado encontrar magistrados voluntarios (en la lista anual que se aprueba) con la agenda libre para formar el tribunal juzgador. Y cuando el tribunal está formado, después de los retrasos y recursos, la fiscalía pone pegas a última hora.

El primer día del juicio, el miércoles, el fiscal José Joaquín Pérez de Gregorio fue el protagonista al final de la jornada, haciendo una inusual intervención política en la vista, cuando afirmó que "circula la bola" que el juicio en la Mesa del Parlament y otros procesos contra independentistas catalanes se retirarán de los juzgados por el acuerdo de "desjudicialización", anunciado de forma genérica y sin detallar por el PSOE y ERC. Todo el mundo sabe que el juicio en la Mesa de Torrent no está en la mesa de negociación, ya que no implica penas de prisión. ¿A qué se refería el fiscal? ¿Y a quién advertía? ¿Advertía al tribunal juzgador que no puede absolver a la Mesa del Parlament? ¿O a sus superiores que no aceptará retirar ninguna acusación bien fundada? El fiscal no quiso aclarar su intervención a los periodistas.

Lo que queda claro es que como la sala 77 del TSJC ha dado diez días a las partes para que valoren el recurso de la fiscalía en el caso del juez Carlos Ramos, antes de resolver si lo admite a trámite, su decisión será clave tanto para acusaciones como las defensas para impugnar la sentencia en la Mesa del Parlament. Por ahora, el tribunal ha esquivado minas jurídicas, y su presidente, Carles Mir, ha sido considerado con las partes y ha pedido "disculpas" a los testigos que este jueves tenían que declarar por la mañana y han tenido que volver al TSJC por la tarde.