Portazo de la Fiscalía al permiso de tres días que la Junta de Tratamiento de Prisiones acordó conceder a Jordi Sànchez el pasado 16 de enero. Los argumentos: que es prematuro porque todavía falta mucho -más de cuatro años- para que pueda empezar a disfrutar de la libertad condicional, y es injustificado por "la ausencia de arrepentimiento" del preso. Son las mismas razones por las cuales hace una semana denegó un permiso idéntico a Jordi Cuixart.
La última palabra sobre la concesión de estas salidas puntuales de 72 horas que solicitaron los líderes de Òmnium y la ANC la tendrá el juzgado de vigilancia penitenciaria. Deberá decidir si compra los razonamientos del ministerio fiscal, que en el escrito hecho público hoy deja claro que estos permisos son sólo una posibilidad y no un derecho. Al mismo tiempo, señala que el objetivo esencial para otorgarlos responde a la "reinserción social y la reeducación".
Tanto Sánchez como Cuixart cumplen con dos de los requisitos principales para poder empezar a disfrutar de algunas horas en libertad, que son haber cumplido una cuarta parte de la pena -de 9 años por sedición- y estar calificado en segundo grado. Con todo, Fiscalía mantiene que estas dos condiciones "no suponen per se el otorgamiento del permiso, siendo determinante el criterio de oportunidad" dentro del programa de tratamiento.
Bajo su punto de vista, en este caso concreto "no procede autorizar el permiso propuesto al apreciarse la presencia de elementos negativos que hay que evaluar desfavorablemente". Detalla como factores contraproducentes el "no reconocimiento del delito, las lejanas fechas de cumplimiento de la condena total y el no haber realizado programa específico de tratamiento". El escrito del ministerio expone, además, que otra de las finalidades que persiguen esta tipología de permisos es que el recluso vaya adaptándose poco a poco a la vida en libertad, y que en el caso de Sànchez es demasiado pronto todavía, teniendo en cuenta que no podrá acogerse a la condicional hasta julio de 2024.
La decisión de Fiscalía tiene que ver con un permiso anterior al que ayer se dio a conocer, según el cual Sànchez y Cuixart podrían salir de día a trabajar y volver por la noche a dormir a Lledoners, en aplicación del artículo 100.2 del código penal. Éste en concreto todavía no lo han estudiado y según fuentes consultadas no lo harán hasta finales de la semana próxima. En cualquier caso, la decisión adoptada y comunicada por l aJunta de Tratamiento es ejecutiva y por lo tanto, de momento se aplicará automáticamente sin esperar a la resolución judicial.
El pasado 25 de enero, Jordi Sànchez pudo salir de la prisión con el primer, y único hasta ahora, permiso penitenciario de dos días. Una semana antes lo había disfrutado Cuixart.